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  • Danza contra la violencia de género

    La danza es vida y, por lo tanto, cualquier asunto puede tratarse desde el baile. Aunque a algunos le parezca muy difícil, la danza, es capaz de mostrar la dureza de la violencia de género. Como hace 'Rotas', la obra de baile español estrenada en Madrid la temporada pasada que regresa a los escenarios nacionales. El montaje emprende ahora una gira que la llevará hasta Salamanca el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género, el 27 a Cáceres y luego por otras ciudades como Madrid, de nuevo, y Almería. La obra, dirigida por Luis Lorente, sube a los escenarios lel drama de la violencia de género. Lo hace de una manera “sencilla, íntima y nada pretenciosa”, según Paloma Gómez, coreógrafa además de una de las dos bailarinas del montaje junto a su hermana Raquel, para mostrar “una de las mayores lacras de esta sociedad que afecta a mujeres de todo el mundo”, continúa la antigua integrante del Ballet Nacional de España, que ha estado recientemente con la obra en Estados Unidos. “Queríamos abordar este asunto desde otro punto de vista. Desde uno inusual y distinto que, precisamente por eso, pudiera llegar a más personas, a otro tipo de gente. Y como nuestra herramienta de comunicación es la danza, pues nos lanzamos con ella”, explica Gómez que destaca la sorpresa que ha supuesto para gran parte de los espectadores encontrarse ante un espectáculo así. “En ocasiones nos decían al acabar el espectáculo que no se imaginaban que la danza española pudiera abordar un tema como la violencia de género. Aunque lo más importante no era eso, sino los casos en que alguien tomaba conciencia de que en su entorno había algún caso de maltrato cuando antes no lo apreciaba así”. A esa difusión acompañaba, además, la colaboración con asociaciones de defensa de las mujeres, como la Fundación Anabella, para quien están destinados los beneficios de 'Rotas' en España, mientras que los de la gira por Estados Unidos han sido para Mujeres Latinas en Acción. Al país americano llegaron este verano para hacer una primera estancia en Chicago. Allí encontraron un público que “recibió de forma parecida la obra, aunque para mantener la fuerza de los textos estamos pensando en hacer una versión en inglés”, dice Gómez refiriéndose a los textos de Lorente que aparecen en la obra en un vídeo protagonizado por Amparo Climent, Luisa Gavasa y Juanjo Artero. Con esa versión esperan volver a Estados Unidos y llegar también a Australia cuando acaben la gira que actualmente realizan por España. Porque, continúa la bailarina, “la violencia de género no es un asunto del que debemos hablar sólo un día, sino durante todo el año para que desaparezca de una vez”. CARLOS GALLEGO

  • Cuarta semana de Madrid en Danza en Imágenes

    La programación de la última semana del Festival Internacional Madrid en Danza de la Comunidad de Madrid, será un buen punto final de todas las emociones y placeres que nos ha proporcionado. Los tres nuevos espectáculos que podrán verse este próximo fin de semana son: - Free fall*, la apuesta de gran formato de la Compañía Sharon Fridman. En la Sala Roja de los Teatros del Canal. - Mariano Cruceta y José Luis Montón estrenan en España su nuevo proyecto de flamenco contemporáneo, BPM Dualidad. - Y la coreógrafa Mey-Ling Bisogno llega con Tokyo Dream, una propuesta de danza contemporánea, teatro físico y tecnología multimedia. (Foto de cabecera: Elephant in the black box company, por José Luis Magaria)

  • Examen universitario a la danza española

    La Universidad analiza la danza española en Madrid. A lo largo de dos jornadas, la ciudad acoge el II Congreso Internacional de Investigación de la Danza Española. “Buscamos la forma de incrementar la visibilidad de la danza española en la sociedad, que es muy escasa”, explica Juan Arturo Rubio, miembro del Comité Organizador del Congreso. “Para ello ponerla en valor, un paso fundamental es vincularla al saber, a la ciencia, para lo que es necesario potenciar las investigaciones y estudios sobre ella, pero de una forma que acaben sirviendo a los profesionales y alumnos” de este arte. Con ese fin profesores de distintas universidades nacionales, tanto públicas como privadas, y de conservatorios de danza presentarán ponencias que van desde la metodología para el estudio del flamenco hasta un análisis del repertorio del Ballet Nacional de España, sin dejar de lado la mirada concreta a los creadores, desde los históricos, como La Argentinita o Antonio Gades, hasta los presentes, casos del Cesc Gelabert de 'Belmonte' hasta Blanca Li. El congreso también mirará la situación actual de la danza española en otros frentes como los de la difusión y la exhibición, donde presenta un estado de salud muy grave. “Queremos analizar, reflexionar y buscar las causas por las que la danza española sólo interesa a un número muy reducido de personas”, continúa el coordinador del grado de Artes Escénicas de la Universidad Nebrija y profesor de dicho centro. “Aunque no se han hecho estudios científicos y nos movemos, por tanto, en el terreno de las hipótesis, sí parece cierto que es una arte claramente minoritario, con un público escaso que, además, está fragmentado y es muy cambiante”. Conocer a estos aficionados, el que podría ser el primer paso para revertir la situación, no es tan complicado. Bastaría son seguir los pasos de países como “Francia o los anglosajones, en los que las administraciones invierten en un arte que forma parte de su historia y ha conformado la identidad de sus pueblos, pero aquí es imposible porque el Ministerio de Cultura nunca ha querido estudiar la danza española ni ofrece oportunidades para hacerlo”, concluye Rubio que, junto a especialistas de otros centros de estudios nacionales va a analizar la salud del baile español. CARLOS GALLEGO

  • Adiós a la Duquesa que quiso ser artista

    Aún recuerdo aquel día, en que el Teatro Lope de Vega de la Gran Vía Madrileña, ponía la alfombra roja para recibirte. Se estrenaba "Cayetana, su pasión". La casualidad quiso que compartiera aquella noche contigo y que te tuviera cerca. Fui testigo de como el teatro te recibía en pie con una calurosa ovación. Al finalizar la obra, Cecilia Gómez protagonista de aquel homenaje a tu figura, se acercaba a tu palco y en señal de agradecimiento te entregaba un maravilloso ramo de flores. En ese momento de nuevo el teatro se puso en pie y al compás de unas palmas por burlerías, fui testigo de un gesto muy cercano por tu parte. Levantaste los brazos con aquella gracia que te había enseñado tu maestro Enrique "El Cojo" y tus ojos se llenaron de lágrimas. Allí descubrí la gran sensibilidad de la que eras "dueña". Fíjate si eras grande de España, que el día que naciste estaban tomando café en tu casa, D. José Ortega y Gasset y D. Gregorio Marañón. Pero para los que amamos la cultura, lo has sido más por saber mantener a buen recaudo el maravilloso legado que te dejaron. Una biblioteca con más de 18.000 ejemplares entre los que se encuentran una primera edición de "El Quijote" o el manuscrito del cuaderno de a bordo de Cristóbal Colón. Muchos cuadros de grandes pintores como Velázquez o Tiziano entre otros e incluso el retrato que te hizo Zuloaga cuando solo tenías cuatro años. Amabas la cultura, el flamenco y los toros como pocos. Te convertiste en la mejor embajadora internacional de la cultura sevillana. Poco te importaba lo que pensaran de ti aquellos que eran de "tu clase" porque con los que tú te sentías feliz era con otros. Llegaste a decir que te encontrabas más a gusto con los gitanos que con los grandes mandatarios. Hoy unos y otros te acompañan al compás de las "Sevillanas del Adiós". En alguna ocasión dijiste que te hubiera gustado ser artista. Y con muchos de ellos compartiste algunos de los momentos más felices de tu vida en los "tablaos" o en la Feria de Abril. Incluso en algún libro figura que uno de tus hijos era fruto de un amor pasional con uno de ellos. Viviste a "tu manera", alegre, cercana, divertida, solidaria, rebelde y del mismo modo te has ido momentáneamente. Dejas parte de ti a tu "Cristo de los Gitanos" y con el epitafio que tu misma elegiste: "Aquí yace Cayetana, que vivió como sintió" alejada de las grandezas y acompañada de más de 50.000 personas diciéndote hasta siempre. Yo me quedo con la imagen de aquella noche y con aquellos brazos que parecían tocar el cielo. Hasta siempre Cayetana flamenca y torera!!!! GEMMA ORTEGA

  • Ann Kreis se convierte en la primera benefactora a título personal del BNE

    Ann Kreis se convierte en la primera benefactora individual del Ballet Nacional de España y pasa a formar parte del “Círculo de Benefactores” de esta Compañía, creado con el propósito fundamental de contar con personas amantes de la danza, sabedores de la importante representatividad cultural artística del Ballet Nacional de España y comprometidos con el nuevo proyecto de su Director, Antonio Najarro, de preservar y difundir el rico patrimonio coreográfico español, llegando a nuevos públicos e impulsando su proyección nacional e internacional. Ann Kreis, licenciada en Ciencias Políticas por Harvard Collage y Master of Business Administration (MBA) en Harvard Business School, ha mostrado con su donación el interés en nuestra Compañía por razones como ella dice muy sencillas: “Creo que tengo una responsabilidad de fomentar la cultura más destacada de mi país adoptivo. Desde mi punto de vista, el flamenco y la danza española deberían de ser más apoyados y difundidos y si mi grano de arena ayuda, es un privilegio para mi”. El Benefactor Individual del BNE demuestra su compromiso realizando una aportación económica que irá destinada a diferentes propósitos, entre los más destacados, al diseño de un proyecto pedagógico para el Ballet Nacional de España. Desde Albidanza queremos agradecer a Ann Kreis su generosidad y amor por la cultura española.

  • Manuel Liñán, un "Nómada" cargado de emociones

    Un "nómada" emocional necesita encontrar los cauces que permitan devolver a su raíces, lo que gratuitamente le entregaron como legado. Sus amplios conocimientos de todo el repertorio del más puro flamenco no son más que la herramienta o la excusa perfecta en la que sostener su nueva necesidad de expresión. Todo el espectáculo está cargado de constantes muestras de agradecimiento. Para ello cede el sitio que merecen a sus compañeros de viaje. Compañeros de una valía artística indiscutible. La nueva aventura le resulta más reconfortante, concediéndoles protagonismo. Cambia los sitios en el escenario y baila por y para ellos. Engrandece su arte en pro de un sentimentalismo que en algunos momentos acaricia "el pellizco del duende". Víctor Márquez "El tomate" o Francisco Vinuesa, indiscutibles guitarristas, o sus cantaores Miguel Ortega, Miguel Lavi y David Carpio, no son el acompañamiento habitual de un espectáculo de flamenco, ni las piezas de una orquestación al servicio del lucimiento del baile. Resulta ser justamente lo contrario. Manuel baila movido por el sentimiento que ellos le inducen. Manuel baila para ellos, porque son ellos los que le aportan una carga emocional sin límites que hacen que salga de sus botas un flamenco muy especial. Cuando a lo largo del espectáculo va cargando las baterías de las emociones llega el momento mágico como coreógrafo. Las "alegrías" montadas en dos pasos a dos, con un excelente juego de mantones y batas de cola, apuntan pinceladas de un flamenco vanguardista muy bien ejecutado por cierto. No está todo inventado en este mundo del flamenco, al contrario de lo que anuncian algunos coetáneos. El punto más álgido del espectáculo lleva con "caracoles". Manuel después del viaje como nómada , ha encontrado una nueva forma de expresión propia en la que se siente pletórico. Se siente lleno de nuevas sensaciones. De nuevo una bata de cola y un "maravilloso" mantón de Manila para contarle al mundo y así mismo que su viaje tenía sentido. A partir de ahora, a seguir trabajando en pro de esas nuevas emociones que descubren la parte más generosa de un grande exponente de nuestra cultura. Nunca olvides de donde vienes, pero que eso no impida que llegues hasta donde tus emociones te obliguen a llegar. No dejes de arrodillarte a los pies de una guitarra, ni impidas que surja el abrazo contenido al escuchar los sonidos de una garganta. Si para ello tienes que seguir viajando en tu mundo interior, no te detengas. Esperaremos que llegue la nueva parada de tu viaje como "nómada " . GEMMA ORTEGA

  • Bailando en la mina: "Ruhr-Ort"

    Una de las apuestas más arriesgadas del Festival Madrid en Danza 2014, ha sido la obra de Susan Linke, “Rurh Ort", cuyo estreno tuvo lugar el año 1991. Susan Linke es una de las pioneras de la Tanztheater alemana. Fue alumna de Mary Wigman y pertenece a la misma generación de Pina Baush. Su investigación coreógrafica se centra en cuestionar las motivaciones del movimiento. A la entrada de la sala se reparten entre los asistentes tapones para los oídos. Y por megafonía se advierte que el sonido de la representación supera en algunos momentos los diez mil decibelios, por lo que se aconseja su uso. Una puerta de enorme de chapa metálica hace las veces de telón. Se abre para introducirnos en el mundo subterráneo de las explotaciones mineras, un lugar sórdido, inquietante y agobiante. La primera escena muestra unos railes por donde circular el tren minero con su sonido característico, se dirige hacia la mina y así comienza la función... La coreografía de Susanne Linke es muy enérgica y requiere gran esfuerzo físico; los ocho bailarines no convencen en cuanto a técnica dancística y expresividad, predominado en ellos una magnífica destreza atlética. Narra a través de la danza contemporánea y los estilos break dance y Hip Hop la vida de los mineros dentro de mina. Destaca la escena de los mazos trabajando, en la que los bailarines golpean sin cesar una placa de metal; mientras uno corre sobre ella, el ritmo de sus pasos marca los del resto que se mueven y golpean el suelo con sus mazos, como una forma de mostrar el cansancio teñido de desesperanza que los envuelve. La música de Ludger Brummer es un ruido continuo y ensordecedor, una mezcla de sonidos metálicos, chasquidos, martillos neumáticos, maquinas en movimiento, también de burbujas de agua y explosiones lejanas. Estos ruidos están basados en sonidos reales que se han grabado en las minas y en los altos horno del valle del Ruhr. La escenografìa se conforma con paneles metálicos que cambian -en algunos momentos se transforman en unos altos hornos-, y una serie de proyecciones de los túneles mineros contribuyen fomentar en el espectador la sensación de encontrarse en el subsuelo. La obra prescinde de una armónica belleza. No tiene color, es profunda y oscura como el fondo de la tierra. Es una experiencia diferente que no logró llenar ni a la mitad del aforo del teatro. PAOLA PANIZZA

  • Cinco años sin Juanjo Linares

    El día 16 de noviembre de 2009 fallecía en Madrid el Maestro Juanjo Linares. Dejaba tras de sí en aquellos que lo conocieron o aprendieron de él una inexpresable sensación de orfandad, sentimiento que se hizo extensivo a toda la Danza Española, no sólo por su talla como ser humano sino además por la pérdida del inmenso caudal de conocimiento que el Maestro había ido acumulando a lo largo de su vida. Natural de Ordes, población cercana a Santiago de Compostela, aprendió de una de sus tías los bailes tradicionales de la comarca, las jotas y las muñeiras. A escondidas de su padre, que era militar y reservaba a Juanjo un futuro bien distinto, comenzó a presentarse a concursos de danza, ganándolos todos. Pronto empezó a formar parte del Grupo de Coros y Danzas dependiente del Ministerio de Educación. A los 17 años salió por primera vez de España para presentarse a un certamen en Gales. Era el único varón de un grupo de 12 mujeres. "Pasé un susto terrible porque cuando bailé mi pieza, el público empiezó a patalear… ¡Uff! Me caí de culo de la impresión. Ganamos el primer premio y tuve que repetir el baile 4 veces. Y es que allí, patalear significaba lo contrario que en España. Era su forma de aplaudir cuando algo les gustaba muchísimo." Sin embargo, Juanjo no se había atrevido todavía a truncar las expectativas familiares y comenzó la carrera de Derecho, con lo que no dejaba de ser un estudiante que bailaba en sus ratos libres. Hasta que un día, tras una de aquellas actuaciones como aficionado, entró en su camerino una espectadora inesperada: nada menos que Imperio Argentina, y dijo sin más: “Usted tiene que venirse conmigo”. Y así fue como Juanjo lo dejó todo para unirse al mundo de la farándula. Su padre se llevó un disgusto enorme. Pero él le replicó: “Estudiar derecho me cansa; bailar también me cansa… Pero me divierte más”, y se marchó con Imperio Argentina. Aquella gran actriz, gran cantante y gran bailarina, que era también, como a él le gustaba repetir, una gran mujer. Desde entonces no paró de bailar y de recorrer los escenarios de España y del mundo. Tuvo la gran suerte de vivir una de las épocas de mayor esplendor para la danza española, a finales de los 50, y estar con los mejores, Imperio, Rosario, José Greco, los Pericet, Mariemma, Antoñita Moreno, Marifé de Triana, María Rosa, etc… Desde sus inicios profesionales, además de contratarle como bailarín principal, le dieron la oportunidad de hacer sus propios montajes. Por sus trabajos coreográficos siempre obtuvo el respeto de aquellos con los que trabajó, y la relación profesional acababa indefectiblemente convirtiéndose en amistad. Aunque siempre recordó con gran satisfacción su vida escénica, el gran objetivo al que consagró la mayor parte de su existencia fue el de recopilar cuidadosamente el legado de la danza tradicional española. Recibido de sus maestros, lo estudió con minuciosidad, lo buscó por los cuatro puntos cardinales de España, y lo fue atesorando con mimo para que no se perdiese. "Se deben estudiar además de los pasos, la historia de la danza, la localización de movimientos, la indumentaria... Hay que conservar la danza tradicional tal y como es, en su pureza. Los que quieran hacer danza estilizada que la hagan, pero debe respetarse el folklore, pues forma parte del alma del pueblo. Es nuestro patrimonio, es nuestra alma. Es la danza que surge del pueblo. Pero si se le denomina folklore no lo entienden; parece, por desgracia, como si la palabra albergara un matiz peyorativo. La danza tradicional se define con el término científico de raíz griega de “danza demosófica”, de “demos” pueblo, y “sofos” sabiduría, la sabiduría del pueblo." A pesar de las modas, de la incomprensión y de la falta de apoyo institucional, se mantuvo firme en su propósito, logrando transmitir a nuevas generaciones de bailarines la sabiduría acumulada. "Tengo el deber de trasmitir lo que amo y lo que a mi me han dado." Porque la segunda de sus pasiones fue la vocación de Maestro, que le permitió entregar con generosidad el acervo de tantos años de investigación a sus alumnos de la Universidad Juan Carlos I, de Carmen Roche, de Marta de la Vega, o a los asistentes a sus conferencias en España y fuera de ella, como el ciclo impartido en la North Eastern University de Chicago, donde expuso algunas de sus conclusiones sobre nuestras danzas: "Es el vestido es el que determina el modo de bailar, y no al revés. Si el traje es más pesado o largo, el baile se hace más aechao o asentado, como las danzas maragatas o las charras donde los movimientos son muy horizontales, muy a tierra. En cambio, en la danza bolera los trajes son más cortos, facilitando el salto." Y ésto nos lleva a la tercera pasión de Juanjo Linares, nacida de su profunda investigación del folklore, que consistió en ir reuniendo poco a poco y año tras año, la que hoy es, probablemente, la mayor colección de indumentaria tradicional española que existe. Su casa de Madrid llegó a estar tan repleta por trajes y vestidos de todas las regiones españolas, que el Maestro se veía obligado a dormir en un sofá, porque tenía parte de su colección extendida sobre la cama. "En 1990, cuando tuve el honor de ser nombrado hijo predilecto de Ordes, mi pueblo natal, aproveché la ocasión y le dije públicamente al alcalde: “Os quiero hacer un regalo, voy a donar mi colección para hacer aquí un museo del traje”. Pasaron 17 años de idas y venidas, y yo ya desesperaba, porque con la edad que tengo, si me pasaba algo… ¡Mi legado corría el riesgo de acabar en el Rastro!" Aquella quimera de fundar un museo del traje con los más de mil quinientos reunidos por Juanjo Linares, acabó haciéndose realidad en el año 2010. Y aunque el Maestro no vivió para verlo inaugurado, se llevó la última satisfacción de ver por fin su colección en su emplazamiento definitivo, y de poder dedicar sus últimos meses a la titánica tarea de poner en pie el que es hoy Museo del Traje Juanjo Linares. Multitud de trajes, con sus complementos y aderezos originales, se disponen ordenadamente en espaciosas vitrinas. El primero en darnos la bienvenida es un vestido de Antonia Mercé, con el que bailaba "Córdoba"” de Albéniz. Los tesoros se suceden unos tras otros: un traje de Anita Delgado, la maharaní de Kapurtala; un vestido bolero diseñado por Picasso; una fiel reproducción del traje de Maribárbola que pintara Velázquez, con el que se danzaron las “Sonatas”del Padre Soler. Pero el interés del museo excede con mucho el ámbito de la danza: la reconstrucción minuciosa llevada a cabo por el Maestro convierte su museo en un recurso de enorme valor para la antropología española. "El orden en el que he colocado la piezas es fundamentalmente didáctico, pues quiero que la colección tenga una finalidad, la de servir como descripción de lo que es la historia de la indumentaria y el gran papel que desempeña en los momentos más importantes de nuestra vida, desde los bautizos, las fiestas, las bodas… Hasta las mortajas. En algunas regiones de España (Salamanca, Zamora, y algunos pueblos de Galicia), cuando al recién nacido le ponían los primeros pañales ya le regalaban la mortaja con que al morir le habían de enterrar." Y una cita más del Maestro Juanjo Linares para hacer partícipes de su incansable energía, en estos tiempos tan poco propicios, a cuantos viven o esperan vivir en la danza. Sirvan de recuerdo para quienes tuvieron la fortuna de conocerlo, y de ánimo para los demás: "Creo en la perseverancia y en el amor por lo que se hace, es entonces cuando surge el milagro". Gabriel M. Olivares

  • El viaje flamenco de Manuel Liñán

    La aventura imaginaria y física por el flamenco que emprendió Manuel Liñan a principios de año en Jérez recala en Madrid. Después de varias estaciones en Andalucía, el bailaor llega a los Teatros del Canal de la capital para ofrecer dos funciones de 'Nómadas'. Durante esa breve estancia el artista granadino mostrará el viaje musical y dancístico en que consiste su último espectáculo. “Nómadas es un recorrido por las distintas zonas geográficas del flamenco”, asegura Liñán, “Es un paseo por la variedad de estilos, colores y texturas de un arte que tiene muchos territorios sin explorar y que debemos explorar”, como hace este bailaor, granadino de 1980, y otros compañeros de generación que buscan nuevas vías para el flamenco y la danza española, entre los que se encuentran viejos compañero de aventuras como Olga Pericet y Daniel Doña. “Somos un grupo de amigos que respeta mucho las fuentes y las raíces, pero que tenemos necesidad de avanzar”, explica Liñán. “Nos encanta lo que hicieron los maestros, que fueron quienes nos enseñaron, pero queremos ir más allá hasta dar con nuestra propia identidad, libre, sin prejuicios, ni estereotipos”, como pasa con la estación del viaje dedicada a Madrid, con la que cierra su último espectáculo. Es el baile de los caracoles, donde Liñán se pone la bata de cola y coge el mantón, como había hecho unos días antes, también en el Festival de Jerez, en el espectáculo de Belén Maya, 'Los invitados'. Con esas prendas femeninas el bailaor sorprendió a todos. Y agradó, tanto al público como a la crítica, que destacó su baile. “Fue una maravilla”, recuerda meses después. “No sólo por la respuesta, sino porque enfundarme ese atuendo me ha permitido conocer el lado femenino que tenemos todos y descubrir un mundo nuevo de posibilidades y formas de expresarme que nunca se me habían ocurrido”. Del resto del espectáculo Liñán destaca la “rondeña de Don Ramón Montoya” con la que homenajea al maestro y algunas de las partes más alegres de ese viaje por Andalucía. Como las alegrías de Córdoba o los tanguillos “muy sonrientes” de Cádiz que festejan el viaje que el dos veces Premios Max de Danza, una como coreógrafo y otra como bailaor, hace alrededor del flamenco. CARLOS GALLEGO (Fotografía Javier Fergo)

  • "El amor brujo" de Antonia Mercé y Vicente Escudero

    Por esa extraña razón de que los polos opuestos se atraen, se estrena en 1925, en el teatro Trianon-Lyrique de París, y bajo la batuta de Manuel de Falla, una de las parejas más emblemáticas de la danza de nuestra cultura. La disciplina, el estudio y la constancia de Antonia Mercé "La Argentina" junto con la indisciplina, la improvisación y la vanguardia de Vicente Escudero eran "a priori" dos elementos difícilmente conjugables. Ella admiradora de Zuloaga, él amante de Picasso. Dos personalidades tan dispares y tan alejadas, llenaron de embrujo el reestreno de "El Amor Brujo". Cuentan las crónicas que una de las piezas de la obra, "La Danza del Fuego", tuvo tanta magia que el público reclamó con sus aplausos que la repitieran de nuevo. Pero ahondando en las diferencias de los protagonistas, resulta muy curioso conocer como entendían cada uno de ellos su profesión. Mientras que Escudero decía: «El que baile sabiendo anticipadamente lo que va a hacer, está más muerto que vivo»; "La Argentina" argumentaba: <> Vicente Escudero admiraba todas y cada una de las cualidades de esta gran bailarina: la elegancia en las formas, la sensibilidad en los movimientos, la interiorización de todas y cada una de las notas musicales que interpretaba, todo en ella era exquisito. Pero especialmente se embriagaba cuando escuchaba sus castañuelas. "Parece usted un prestidigitador que, constantemente, está cogiendo en el aire castañuelas distintas, sin que nadie sepa de dónde las saca". "Embrujado" por los sonidos que era capaz de emitir "la reina de las castañuelas" y una vez más movido por sus excentricidades, manda fabricar este instrumento en hierro, bronce y aluminio. Siente la necesidad de encontrar nuevos sonidos, esos que le persiguen desde su infancia. Después de "mis experimentos" sin éxito con los 'cachitos de madera', "cambié de táctica. Por medio de un amigo logré que en una fundición me hiciesen unas castañuelas en hierro, otras en bronce y otras en aluminio. En éstas sí que influían todos los factores: el hueco, el agujero, el peso. Tuvimos que hacer infinidad de pruebas, pero al fin, a fuerza de paciencia y dinero, conseguimos unas que sonaban bien. "Las estrené en un concierto en la sala Pleyel de París, y no quiero decir lo que dieron de hablar en todos los medios artísticos -cuando se enteró 'Argentina', "decía a todo el mundo que sólo un loco podría haber tenido una idea semejante. Sin saber que había sido ella la causante de mi enfermedad"-. Aquí, en España, muchas personas las recuerdan, y me preguntan por qué no las toco ya. La única razón es que las perdí juntamente con un baúl, a causa de estas guerras, y la extraordinaria dificultad para conseguir otras". Aún a pesar de que cosecharon muchos éxitos juntos, eran tan antagónicos que surgían contantes enfrentamientos, se llevaban "como el perro y el gato". Como consecuencia de uno de sus encontronazos surge otra de sus "locura". La Mercé da un portazo que rompe el cristal de una puerta. De nuevo aparece el genio y sus ocurrencias: "bailar un día con unas castañuelas de cristal, y romperlas en el golpe final (aunque me corte), reconstituyendo en su recuerdo aquellos añicos de vidrio que nos tuvieron separados tanto tiempo". GEMMA ORTEGA ..

  • Segunda Semana de Madrid en Danza

    La segunda semana del XXIX Festival Internacional Madrid en Danza de la Comunidad de Madrid arrancará el próximo miércoles, 12 de noviembre, en el Teatro Pradillo con el estreno absoluto de Bailarina de fondo en concierto, de la bailarina y coreógrafa Tania Arias Winogradow. En esta pieza de danza degenerada, como le gusta definirla a la artista, Arias vuelve a mostrar su capacidad de sorprender al público, pues consigue superar la distancia que existe entre este y el escenario. Con unas habilidades que oscilan entre el baile, la performance, el texto y la reflexión estética, Tania Arias es una artista diferente en el actual panorama creativo español. En estos días el Festival Madrid en Danza también acogerá el estreno europeo de Moving in this World, en el que la dramaturga y actriz canadiense Marie Brassard y la bailarina Sarah Williams unen sus fuerzas para crear una actuación híbrida entre la danza y el teatro. La creación partió de observar cómo actúan las personas bajo la influencia de sustancias psicotrópicas, y el resultado es una mezcla de audiovisual y danza, en el que Brassard y Williams están acompañadas por la vídeo artista Sabrina Ratté y el músico Jackie Gallant. Estará en la Sala Cuarta Pared, el jueves 13 al sábado 15 de noviembre. Por su parte, la Sala Roja de los Teatros del Canal, también de jueves a sábado, serán el escenario del estreno en España de una de las obras cumbre de la danza teatro: Ruhr-Ort (A Reconstruction by Susanne Linke). La coreógrafa y bailarina alemana Susanne Linke, pionera de la Tanztheater alemana y alumna de la musa de la danza expresionista Mary Wigman, estrenó mundialmente esta pieza en 1991 y ahora ofrece una “reconstrucción” a manos de la compañía Renegade in Residence. Ruhr-Ort es una coreografía coral que lleva al escenario el duro trabajo de las minas con un grupo de bailarines que ahora, en el siglo XXI, aportan otro ritmo, otro lenguaje y una complicidad intergeneracional que asume los cambios y busca un nuevo futuro. La joven compañía AI DO Project, liderada por el coreógrafo y bailarín vasco Iker Arrúe, llega a la cartelera madrileña con 119.104 / Invisible Beauty. La primera pieza es un homenaje a la figura y pensamiento de Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco fundador de la Logoterapia que sobrevivió a los campos de concentración nazis. El título de la pieza se refiere al número de prisionero de Frankl. La segunda, Invisible Beauty, aborda el tema de la relación entre un padre con alzheimer y su hijo. En ella, el movimiento desarrolla posibles nexos de comunicación y cariño entre ambos. Se podrá ver el viernes 14 en el Centro Cultural Paco Rabal. Mientras, la compañía Manuel Liñán interpretará Nómada por primera vez en la región, en el marco del festival Madrid en Danza, proponiendo un viaje alrededor del mundo en busca de nuevos lenguajes y formas de entender el flamenco. Con un elenco compuesto por tres bailaoras, tres bailaores, tres voces y dos guitarras, el espectáculo se mueve por un planeta cambiante donde las coreografías, el estilo de canto o el sonido de la guitarra también varían dependiendo del lugar en el que se encuentren. (N. de P.) (Fotografía Manuel Liñán, foto de compañía)

  • "Bosque Ardora" de Rocío Molina en Madrid en Danza

    En la Sala Verde de los Teatros del Canal Rocío Molina presenta “Bosque Ardora”. El aforo está al completo. Es mucha la espectación que genera su nuevo trabajo, Es una obra muy meditada en la que la artista ha estado inmesa durnte dos años antes de sacarla a la luz con gran éxito en la Bienal de Lyon. “Bosque Ardora” no es un espectáculo apto para puristas, es un coctel de sensaciones sustentadas sobre una firme base flamenca. Es una obra novedosa, original con una gran teatralidad que mantiene interesado al espectador del principio al fin. Rocío Molina aparece acompañada por dos bailaores y cuatro músicos. Ella es el eje de la obra. Es una mujer a caballo acompañada de una jauría de perros por un bosque misterioso… Ella es amazona, cazadora, pero animal acechado al mismo tiempo. Persigue, huye, se rinde y finalmente vence. La acción transcurre en u intervvalo temporal concreto, las horas del día que transcurren entre el alba y la noche. Su personalísimo baile es conmovedor, magnético, muy expresivo y plástico. Sus zapateados son impresionantes, rítmicos, agresivos; sus giros virtuosos, y sus contorsiones en pico... Toda ella habla, sus manos y brazos, incluso sus dedos nos dicen cosas. El paso a dos de Rocío con el bailaor Eduardo Guerrero conmueve por su intensidad muy intenso, acompañada por la sensualidad de la música de trombones, que le da un toque rupturista e innovador. Eduardo -que como curiosidad señalaré que es hermano de La Moneta- derrocha arte y buen hacer, así como Fernando Jiménez con su baile intenso y de muchísima transmisión, que merece el calificativo de danza de “alto voltaje”. La coreografía creada por Rocío Molina es muy enérgica, y junto al flamenco contiene elementos de otras danzas como Buthot, bailes orientales y estilo contemporáneo. Rocío ha contado en la dirección musical con la ayuda de Rosario la Tremendita. Sobre el escenario convivieron la guitarra flamenca, un bajo eléctrico, dos trombones y una batería con el mágnifico cante de Ángel Carmona. La iluminación a cargo de Carlos Marquerie, es fundamental en el desarrollo escenográfico, pues la trama evoluciona con ella en un espacio temporal marcado por el transcurso de las horas del día en el bosque animado. “Bosque Ardora” sumergió al público en un mundo onírico donde las emociones se sientieron a flor de piel, y estallaron en un largísimo y merecido aplauso. PAOLA PANIZZA

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