Una 'Bella durmiente' distinta a las tradicionales llega a los Teatros del Canal. El espacio madrileño recibe hasta el domingo 8 de febrero a Les Grandes Ballets Canadiens , la compañía de Montreal que estrena len España a versión que del título clásico hizo en 1996 Mats Ek para el Ballet de Hamburgo.
Desde entonces, la nueva 'Bella', que ha sido bailada por prestigiosas compañías, cautivó a la crítica y al público por su belleza y compromiso, ya que Ek llevó la acción al mundo a la sociedad de ese tiempo. Así, la princesa Aurora del cuento de Charles Perrault no es una dulce adolescente, sino una joven rebelde a la que la aguja de la heroína convierte en una zombie, como le sucedió a tantas personas, y sigue sucediendo, en el último tercio del siglo pasado.
Ek dio con esa versión mientras estaba en Suiza. “Vivía en Zurich, una ciudad con una política muy liberal respecto al consumo de drogas. Yo madrugaba mucho y un día me encontré con una chica dormida en la calle que tenía una aguja clavada en el brazo”, recuerda el coreógrafo sueco, uno de los grandes de la danza del siglo XX. “Ahí imaginé a una nueva Aurora y un nuevo sueño”. Luego pensó en Carabosse como otra víctima del caballo y se dio cuenta de que ya tenía el tema para el ballet narrativo que el Ballet de Hamburgo le había hecho.
Esas premisas le sirvieron para volver a entrar en un mundo que le atrae de antiguo, el de mostrar las otra cara de los cuentos. “Tengo un deseo irrefrenable de contar historia. Releer los mitos, las leyendas y los cuentos de hadas, descubrir sus aspectos más obvios, sabotearlos y recrearlos -en otras palabras, tomarlos en serio- es para mí un acto de gran trascendencia”.
Para esa nueva visión de 'La Bella durmiente', Ek optó por una mezcla de lenguajes. “No me preocupa si la danza es clásica, moderna o 'street dance', lo que quiero es que funcione”. Y lo hace, como también la música de Chaikoski, que suena diferente a la de otras 'bellas'. “Visioné, en VHS, todas las versiones posibles y me di cuenta de que ninguna de las clásicas usaba la música del mismo modo”, explica Ek. “Yo he seleccionado los fragmentos que necesitaba, pero procurando mantener el orden de la partitura”, precisa Ek.
'La Bella Durmiente' no es su última cita con el compositor ruso. En estos momentos prepara para otoño una nueva versión de 'El lago de los cisnes' que hizo para el Cullberg Ballet en 1978, la compañía fundada por su madre y de la que ha sido bailarín, coreógrafo y director artístico.
Antes está su cita madrileña con Les Grands Ballets, una compañía de Montreal que en 2017 cumplirá 60 años. Fundada por la bailarina letona pero emigrada a Canadá Ludmilla Chiriaeff con la mirada puesta en el mundo clásicos, ha evolucionado a lo largo del tiempo. Sobre todo con la incorporación de Gradimir Pankov en 2000, a un repertorio más contemporáneo, aunque sin olvidar su origen. El antiguo director artístico del Nederlands Dans Theater II y del Cullberg ha optado por un camino propio que le diferencie de las grandes formaciones de Norteamérica. “Somos una compañía pequeña, de sólo 34 bailarines, que no puede ni quiere hacer los grandes títulos que ya hacen el American Ballet y otras grandes compañías por lo que buscamos unas obras que ellas no hagan”, asegura Pankov.
Además de obras de Ek -de quien también tienen 'Solo for two' y 'Appartament'- el director macedonio ha llevado al repertorio de la compañía creaciones de otros coreógrafos contemporáneos como Ohad Naharim o Jiri Kilyan. Pero manteniendo la historia de la compañía, por lo que “dos veces al año” interpretan “obras clásicas para un público clásico que casi siempre llena el teatro”. También está implicada en diversos programas con diferentes grupos desfavorecidos de Montreal, apuesta que aumentará después del verano, cuando la compañía se traslade a una nueva sede en la ciudad canadiense.
CARLOS GALLEGO
-Fotografías Jonh Hall (1ª y 3ª) y Belle Ezra (2ª)-