Todavía conmocionados por el repentino fallecimiento de Maya Plisetskaya, acuden a nuestra memoria imágenes de ella, como flashes que avivan su presencia. Y es que los dioses nunca mueren.
Su esposo, el compositor Rodion Schedrin llamaba esta misma tarde a Ricardo Cue y al Teatro Bolshoi para darles la triste noticia. Así lo había querido Maya en vida, quien expresamente designó a su gran amigo Ricardo como la persona encargada de transmitir al mundo su adiós.
"Maya passed away”, dijo Rodion con la voz entrecortada por el llanto.
La bailarina rusa de alma española pasó al otro lado.
Hoy la Fuente de Bakhsisarai llora, y estas imágenes adquieren la fuerza de una leyenda.
Maya habita ahora en el mundo de los sueños.
Hasta siempre, querida musa, nunca te olvidaremos.
EL EQUIPO DE ALBIDANZA