La Compañía Nacional de Danza presentó este lunes en el Matadero la coreografía “Mirage “ de Mattia Ruso y Antonio De Rosa, con motivo de la clausura de la exposición de Eugenio Ampudia.
“Mirage” es una pieza concebida para esta ocasión, por lo que lamenteblemente nunca más se volverá a ver. Fue un verdadero sueño imbricado en el espacio mágico creado por Eugenio Ampudia.
El escenario se trazó sobre un estanque casi en penumbra, con los reflejos de las luces de neon en el agua, multiplicando los efectos de una ensoñación irreal.
Los bailarines "nacían", emergían de la laguna como criaturas mitológicas, como los primeros dioses destinados a poblar la tierra.
La coreografía de Mattia Ruso y Antonio Da Rosa fue bellísima.
Se trata de una pieza de 20 minutos de duración, interpretada por 7 bailarines. El tema es el círculo de la vida, y se desarrolla en 3 partes: nacimiento, caos, y disolución final, en la que los “habitantes del lago” lo abandonar para marcharse cada uno por su lado.
La música avanza desde el sonido discordante inicial hasta la tristeza conmovedora del “Lacrimosa” del Requiem de Mozart.
Fue una emocionante obra de arte efímero, una clara manifestación de la simbiosis total alcanzada entre la arquitectura imaginada de Eugenio Ampudia y la coreografía de Mattia Russo y Antonio de Rosa, a la que dieron vida los magníficos bailarines de la Compañía Nacional de Danza.
Un evento sublime e irrepetible de los que quedan grabados en la memoria del espectador para siempre, y del que estas imágenes de María Alperi son fiel testimonio.
PAOLA PANIZZA
(Fotografías de María Alperi)