El festival folkie congrega cerca de Madrid a grupos europeos de músicas de raíz
- sertorio
- 3 jun 2015
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La danza no es sólo para ver, también lo es para bailar. Sobre todo las tradicionales, unas danzas que no sólo no han muerto, sino que cada vez congregan a más personas para bailarlas al son de los grupos que las siguen tocando con los aires de siempre o con nuevos que las enriquecen sin perder su esencia. Como ocurre en Folkarria, el eco-festival 'madrileño' que se celebra en el vecino pueblo de Torres de la Alameda (Guadalajara) entre el 5 y el 7 de junio.
El festival congrega desde su inicio en 2014 a los amantes de las danzas tradicionales españolas, las del mundo y el 'balfolk'. Este término es la denominación acuñada en los años setenta del siglo pasado en Francia para denominar las de raíz que existían por todo su territorio o de otros lugares de Europa pero asimiladas por el país. Y que poco a poco fueron extendiéndose por otras partes del continente, hasta que llegaron a España de la mano de una serie de personas que tras recorrer festivales extranjeros y ver que en su tierra no había nada parecido, decidieron crearlos. Así nació Folkarria, organizado por La vida en danza que ahora celebra su quinta edición.
La de 2015 mantiene las pautas de los años anteriores. El pilar básico es el de invitar a grupos que toquen música bailable. Para que los asistentes no se limiten a escuchar, sino que puedan participar de la fiesta que son este tipo de festivales. Así ocurre con todos los grupos participantes, procedentes de Francia, (Zef, uno de los principales grupos de 'balfolk', que ofrecerá dos conciertos, uno de ellos con su formato más informal el viernes) y Portugal (JamPt), entre otros paíese, además de España (Maghúa). Este último grupo fue el ganador del concurso que el eco-festival organizó el año pasado.
El segundo punto básico es la variedad de orígenes para degustar un rico menú de danzas de gran parte de Europa. Con esta idea en la cabeza, Folkarria ofrece platos de danzas en círculo, desde muiñeiras' hasta 'chapelloises', fila ('Alunelun', etc), cadena ('hanter-dro',...), pareja (mazurkas, valses o scottish), entre otras muchas. Y para las que no hay que ser un experto bailarín, pues muchas de ellas son enseñadas antes de los conciertos en los diferentes talleres que ofrece Folkarria.
Esa es otra característica del festival, la de no limitarse a los conciertos. Así el programa ofrece talleres de baile, como el de danzas castellanas, o de música que tienen lugar a lo largo de los tres días del festival. También diversas 'jams session', sobre todo la que suele celebrarse tras los conciertos que congrega hasta el amanecer a los músicos de los recitales y los aficionados que se han llevado sus instrumentos, además de actividades para niños o un mercado de productos artesanales. Y la posibilidad de dormir en el mismo Torres de la Alameda, ya sea dentro de una tienda de campaña al aire libre o con una esterilla bajo techo en el polideportivo cercano.
Más información en www.folkarria.es
CARLOS GALLEGO