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"Santas de Zurbarán" un "Ritual&Secreto" de Flamencos en Route

"Ritual&Secreto" de Flamencos en Route es quizá, según palabras de su creadora, la directora de la compañía Brigitta L. Merki, “la obra más española que he montado en mi vida”

y prosigue la artista suiza:


-A mi me interesaba mucho la pintura de Zurbarán porque representa "un milagro de interiorización". En sus Santas oculta el dolor y pinta a las mujeres envueltas en preciosas vestiduras y telas de gran elegancia. A pesar de su actitud rígida, las mujeres irradian una increíble fuerza interior, señales silenciosas de su propio yo, señales de vigorosa dignidad y presencia que aparecen en los solos de danza. Lo que enigmáticamente silencian estas santas mujeres encuentra su revelación un baile que provoca el estallido de lo misterioso. En la creación de cada solo me dejé inspirar por diferentes regiones y epocas. Los vestidos tambien marcan el estilo de la danza tradicional, "el traje hace al baile" y esto es algo muy especial y único de la grandeza danza española acrisolada desde los siglos-.



La primera parte la componen tres piezas: “Santas de Zurbarán”, “La sombra del toro” y “Hortus conclusus”; y la segunda, “Nocturno flamenco”. Todo gira en torno a los secretos que se esconden tras las cosas, esa mágia que nos roedea y que Flamencos en Route saben como prender para sumergir al espectador en otra dimensión.



Y esta dimensión es íntima. Las creaciones de Brigitta, aunque con una base flamenca importantísima, evolucionan pues son el cuerpo vivo que emana sin tregua desde su mente y se encuentra en la cumbre de su fertilidad.


Si todas las partes de la obra son excelentes, hay que resaltar un hecho importante, pues sucede raras veces: la pieza “Santas de Zurbarán” es prodigiosa.



Inspirada en los retratos de mujeres del gran pintor, Brigitta ha concebido el lado vulnerable de unas mujeres que envueltas en hermosas telas ocultan su realidad, y sobre escena y con la danza la van desvelando poco a poco.


Son almas heridas que gimen su dolor sin perder su dimensión de diosas.


El lado deífico se queda subrayado desde el principio. Las tres bailarinas bajo el vuelo de los trajes de denominado en la historia del vestir "de vinajera" -tal como se definían en el XVII, una moda que se instauró con Felipe II hasta la corte de Felipe IV, en que s e intaruró el uso del abultado guardainfantes- se deslizan sin que se vean sus pies. Son verdaderas vestales, cuyos pasos recuerdan lo más hondo de nuestro folklore, en concreto la Danza del Pericote asturiana y las danzas ancestrales de Ibiza.



Las tres Santas son las bailarinas Carmen Iglesias, Carmen Coy y Delara Tiv, también emplean elementos de danza bolera en los movimientos y en el uso de las castañuelas. Su lucha contra la adversidad estallará al final en sus pies flamencos, in crescendo. Todo ello envuelto en la música maravillosa que funde el estilo árabe-sefardí de Karima Nayt, con el flamenco de Rocío Soto, música de antiguas folías y la canción de "Las tres morillas".


“La sombra del toro” es una farruca perfectamente interpretada por Eloy Aguilar, con la pureza de su desnudez aderezada con el capote torero y el sonido de las guitarras de los gaditanos Pascual de Lorca y Juan Antonio Gómez, con su ritmo de rasgueos profundos.


Otro de los destacados bailarines es Isaac Tovar.


Y “Hortus conclusus” es un lamento, una llamada que aglutina todo y a todos a la perfección. El desarrollo transita sin cortes, no hay fronteras entre la música y la danza, para expresar un sin fin de emociones culminan en la segunda parte con “Noche flamenca”.



La gira de la producción por Suiza y Alemania ha tenido un éxito arroyador con llenos en todos los teatros.


Una actuación especialmente emocionante ha sido bailar las Santas de Zurbarán junto a los mismos cuadros del pinto, en la exposición se exhibe en el Museo Kunstpalast de Dusseldorf, que fue inaugurada por la reina Dª Letizia.



Siempre los artistas son los mejores embajadores de nuestra cultura, y la labor de Brigitta L. Merki, que ha dirigido su compañía flamenca con sede en Zurich durante 30 años, siempre me parecerá un milagro.


Porque el flamenco tiene sus hijos, y no todos son españoles, la gran trascendencia patrimonial de nuestro arte, hace que surjan por el mundo nuevas flores que nos engalanan. Aunque la ingratitud proverbial que padecemos hacia nosotros mismos, se extienda con mayor dureza a nuestros “hermanos” lejanos. Es lamentable que no podamos ver programada ninguna obra de “Flamencos en route” en España.


Sería enriquecedor para todos y una forma de saldar la deuda de gratitud que tenemos pendiente con Brigitta.

Gracias Flamencos en Route!!!

MERCEDES ALBI

Fotografías Alex Spichale

Filmaciones compañía Marcos Toro


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