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Día Mundial del Parkinson en la Sede del Ballet Nacional


Con motivo del Día Mundial del Parkinson, el Ballet Nacional de España, bajo la dirección de Antonio Najarro, se ha unido al proyecto “Danza para el Parkinson” de Danza-T: Red de Trabajadores de la Danza, interpretando fragmentos de una coreografía del BNE junto a personas afectadas por esta enfermedad.


La sala de Ensayos del Ballet Nacional ha sido un cúmulo de emociones. La expectación se dejaba sentir entre los participantes en la actividad, sus familias, asociaciones de Parkinson de Madrid, que se hacía extensiva a todos los que hemos asistido.



Se inició la actividad con una Clase Magistral impartida por Imma Salomón. Los bailarines del BNE compartieron “enseñanzas” con los protagonistas del día: los improvisados bailarines enfermos de Parkinson.


Esta clase con una duración de 15 minutos, se adaptó perfectamente a las diferentes capacidades de los participantes, que sentados en sillas fueron realizando unos port de bras que se completaron con diferentes movimientos de manos y zapateados. Una vez la coreografía de la clase fue memorizada, culminó con su interpretación acompañada de música.



Seguidamente, Antonio Najarro con un lenguaje muy cercano, les mostró un fragmento de su coreografía “Luz“ del Ballet Alento. Todos los bailarines en pie y aliniados por parejas recibian con gran atención sus enseñanzas que impartían bailando Inma y Antonio, para posteriormente cambiar de pareja con un afectado por la enfermedad.



No importaba la diferencia de nivel dancístico, pues tal como explicó Antono para que una danza trascienda y se viva hay que dejarse arrastrar por la emoción y los sentimientos que se expresan a través de la música. Fue una danza nacida del corazón. Un momento muy especial para todos los que tuvimos la oportunidad de verlo. Un paréntesis maravilloso en medio de la lucha constante que conlleva la enfermedad del Parkinson.


Para finalizar, cogidos de la mano, los bailarines se saludaron primero entre sí y después se inclinaron hacia el público asistente, en medio de un enorme aplauso.



Algo transcendió… Algo que todos sentíamos de forma muy profunda y que es difícil de definir y explicar. Fue el bailarín Sergio Bernal quien nos dio la respuesta: “¿Cómo no voy a estar emocionado si mi abuelo murió de esta enfermedad”


Así fue, una danza que iba más allá, danza que salía del escenario para penetrar hondamente en la vida. Un momento que los enfermos y sus familias nunca olvidarán, ni tampoco los bailarines.


El Ballet Nacional de España prosigue con su objetivo de acercar la danza Epañola a nuevos espacios y públicos, mostrando su profundo compromiso con la sociedad y los colectivos más vulnerables.


En unos días viajarán a Valencia donde el Palau de Les Arts Reina Sofía, será su nuevo escenario.

PAOLA PANIZZA

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