
El Ballet Nacional de España lleva la cumbre del talento de Antonio Ruiz Soler al Teatro Real de Madrid
El BNE ofrecerá cuatro funciones de ‘Centenario Antonio Ruiz Soler’ del 13 al 16 de octubre
El programa está formado por coreografías de flamenco estilizado, folclore y escuela bolera de Antonio, y obras de Rubén Olmo, Miguel Ángel Corbacho y Carlos Vilán inspiradas en su estilo.
Hay vidas errantes en busca de un destino y destinos que están marcados desde el comienzo de la vida. En el caso de Antonio Ruiz Soler, su destino le encontró con solo cuatro años en las calles de Sevilla al ritmo de la música de un organillero y se convirtió desde entonces en Antonio el Bailarín. Triunfó en toda América con tan solo 20 años junto a Rosario y, a su vuelta a España, derramó su talento como bailarín, coreógrafo y director en decenas de coreografías y películas hasta su retirada de los escenarios en 1979. En 1981 sustituyó a Antonio Gades al frente del joven Ballet Nacional de España, con el que puso en escena una quincena de coreografías propias. Hasta su fallecimiento en 1996, sacó partido de su talento innato, haciendo crecer la danza española como pocos lo han logrado, regalándonos increíbles interpretaciones y coreografías a la altura de su destino.
Para celebrar el aniversario de su nacimiento, el director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, ha diseñado el programa Centenario Antonio Ruiz Soler, que reúne montajes fieles al original de piezas clave de su trayectoria, así como creaciones inspiradas en su estilo firmadas por el director, Miguel Ángel Corbacho y Carlos Vilán.
Estrenado en el Teatro de la Maestranza de Sevilla el pasado 15 de abril, el Ballet Nacional de España ofrecerá cuatro funciones de este programa en el Teatro Real de Madrid del 13 al 16 de octubre. Estará acompañado por la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Manuel Coves, y contará con la participación como artistas invitados de la soprano Carmen Solís y el cantaor Juan José Amador ‘El Perre’. El 5 de octubre, el Teatro Real pondrá a la venta las entradas bloqueadas hasta completar el 100% del aforo tras el cambio de la normativa en la Comunidad de Madrid.
“Antonio renovó la forma de bailar y engrandeció aún más la danza española, además de ser el bailarín, coreógrafo y director más completo de la historia”, asegura Rubén Olmo. “Dominaba todas las disciplinas y creó montajes de folclore, danza estilizada, escuela bolera y flamenco maravillosos. Interpretó y coreografió películas tanto en España como en Hollywood. Era un genio y una de las figuras de la danza en España dotadas con un carisma especial. Antonio era único”, añade.
Las coreografías de Antonio el Bailarín seleccionadas para el programa son Sonatas, Zapateado y Fantasía galaica. Las tres representan la cumbre de su talento dentro de tres estilos distintos: la escuela bolera, la estilización del flamenco y el folclore estilizado.

La primera de ellas, Sonatas, refleja la influencia de la técnica de la danza clásica en el estilo de Antonio, que creó para esta suite una estructura de ballet clásico para una coreografía de estilo bolero que ambientó en la corte real del siglo XVIII, época del compositor de la música, el Padre Soler. La versión completa de esta obra no había vuelto a los escenarios desde su estreno en el Teatro de la Zarzuela en 1982 y la posterior gira. “Me parecía que era una obra muy rica como para que siguiera en el baúl”, señala Rubén Olmo.

“Tampoco podíamos dejar de incluir el Zapateado de Sarasate. Es el solo de flamenco estilizado que quizás le dio más éxito a Antonio Ruiz Soler, así como a muchos intérpretes de danza española que después lo han interpretado. Era su sello”, continúa el director del Ballet Nacional de España.

Fantasía galaica, con música de Ernesto Halffter, es la pieza coral que cierra el programa Centenario Antonio Ruiz Soler. “Es una de mis obras preferidas de Antonio, porque creo que es redonda. Todavía no se ha vuelto a crear una obra así”, concluye Rubén Olmo. Antonio Ruiz Soler estilizó en esta coreografía los bailes gallegos, reinterpretando técnicamente los pasos y potenciando la estética teatral, combinando un paso a dos casi de ballet con una alborada final que evoca una muñeira tradicional.
Rosario, la artista que acompañó a Antonio desde sus primeros pasos en la academia de Realito en Sevilla hasta que creó su compañía en 1953, también está presente en este recorrido por la carrera de Antonio Ruiz Soler. Rubén Olmo ha recuperado en Vito de gracia el número que la pareja bailó en la película Hollywood Canteen en 1944.
El Ballet Nacional de España ha intentado ser fiel en todo lo posible a la primera versión que estrenó Antonio de estas obras, para lo que se ha estudiado el archivo audiovisual y se ha recuperado y adaptado el vestuario original de su montaje en los años 80. Asimismo se han reutilizado elementos escenográficos de otros montajes. Los arcos que representan el escenario palaciego en el que Antonio situó las Sonatas son un préstamo del Teatro Real. Corresponden a la escenografía diseñada por Daniel Bianco para la producción Las bodas de Fígaro.
Otras coreografías
El programa Centenario Antonio Ruiz Soler se diferencia de otros homenajes anteriores en que presenta, bajo el título de Estampas flamencas, coreografías creadas expresamente por Rubén Olmo y Miguel Ángel Corbacho siguiendo el estilo y la estética de los montajes flamencos que Antonio representó en los años 50, 60 y 70. “Hemos querido presentar un Martinete, Zorongo, Taranto y Caracoles que lleven al espectador a recordar su figura”, explica Rubén Olmo.

En este sentido, el vestuario de las bailarinas de Caracoles responden a esa arquetípica imagen flamenca asociada al boom turístico de España: batas de cola de lunares, flores en el pelo, caracoles en la mejilla y mantones de colores. Por su parte, el Martinete, palo flamenco reservado solo al cante que bailó Antonio por primera vez, pone el acento en la sobriedad del baile masculino en el flamenco tradicional. Las camisas con mangas de vuelo atadas a la cintura diseñadas por López de Santos copian la estética de Antonio al comienzo de su carrera en los años 30 y 40. Contrasta con la escenografía que se proyecta sobre el escenario de piezas audiovisuales, realizadas por José Maldonado, inspiradas por cada palo flamenco.

Completa el repaso a la carrera artística de Antonio el solo Leyenda, coreografía creada por Carlos Vilán para la composición Asturias, de Isaac Albéniz, otra de las piezas imprescindibles de los espectáculos de Antonio Ruiz Soler. Colaborador del maestro en los últimos años de su carrera, concibió Leyenda en 2016 especialmente para Esther Jurado, bailarina principal invitada del Ballet Nacional de España, que lo incluye ahora en su repertorio.

PROGRAMA CENTENARIO ANTONIO RUIZ SOLER
SONATAS
Coreografía: Antonio Ruiz Soler Música: Antonio Soler Dirección musical: Manuel Coves Real Orquesta Sinfónica de Sevilla Orquestación: Juan José Solana (Orquestación a partir de la versión de Ángel Currás sobre el original de Antonio Soler)
Escenografía original: Carlos Viudes
Escenografía arcos: Daniel Bianco (Escenografía del Teatro Real de Madrid)
Escenografía suelo: Basado en la escenografía original de Carlos Viudes
Iluminación: Felipe Ramos
Proyecciones telones: José Maldonado Vestuario: José Caballero y Vicente Viudes. Zapatillas y Calzado: Sansha y Danzes-Vous
Lanzas alabarderos: María Díaz
Reposición: Maribel Gallardo
Estreno absoluto el 20 de julio de 1953 por Antonio y su Ballet Español, en el II Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Jardines del Generalife.
Estreno absoluto el 11 de junio de 1982 por el Ballet Nacional de España, en el Teatro Lope de Vega de Sevilla.
Partes:
Introducción. Sonata núm. 2, en Mi bemol mayor
1. Sonata núm. 85, en Fa sostenido menor
2. Sonata núm. 84, en Re mayor
3. Sonata núm. 86, en Re mayor
4. Sonata núm. 88, en Re bemol mayor
5. Sonata núm. 90, en Fa sostenido mayor
6. Sonata núm. 2, en Mi bemol mayor
7. Sonata núm. 87, en Sol menor
8. Sonata núm. 38, en Sol menor
9. Sonata núm. 89, en Fa mayor
Saludos finales. Sonata núm. 90 en Fa sostenido mayor
En 1952, el director Edgar Neville le pidió a Antonio que preparara algún baile original para la película Duende y misterio del flamenco. Además del primer martinete bailado, incluyó una primera versión, más reducida, de las Sonatas, con música del Padre Soler, una de sus obras de más éxito de su repertorio posterior. Esta primera versión ya dejaba apreciar que su estilo de escuela bolera no seguía los postulados de la escuela tradicional ni en los pasos de baile, ni en el braceo, los toques de palillo ni en la estética goyesca. La escuela bolera que presentó Antonio en una escenografía palaciega, con infantas, cortesanos y alabarderos, es una mezcla de bolera con danza clásica de gran complejidad técnica. Un año después, el primer programa de su compañía Antonio Ballet Español incluyó la suite completa de ocho sonatas, interpretada por toda la compañía de 35 bailarines en distintos cuadros. El estreno tuvo lugar dentro del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, celebrado en los Jardines del Generalife.
VITO DE GRACIA
Coreografía: Rosario y Antonio Música: Popular Dirección musical: Manuel Coves Real Orquesta Sinfónica de Sevilla Orquestación: Manuel Coves
Iluminación: Felipe Ramos
Vestuario: Mujer: Pedro Moreno y realización Justo Robles ‘Salao’. Hombre: realización sastrería González, fondo de vestuario del Ballet Nacional de España Calzado: Gallado.
Reposición: Maribel Gallardo, Miriam Mendoza y Rubén Olmo
Estreno el 15 de abril de 2021 por el Ballet Nacional de España, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.
Durante los años en los que el dúo de Rosario y Antonio vivió y actuó en Estados Unidos en la década de 1940, la pareja también participó en diversas películas musicales rodadas en Hollywood. Una de ellas fue Hollywood Canteen (1944), un espectáculo coral realizado para animar a los soldados que luchaban en la Segunda Guerra Mundial. El número para versión orquestal de la música tradicional andaluza conocida como El vito que se incluyó en esta película permite vislumbrar cómo eran los espectáculos con los que la pareja recorrió toda América: un rápido entrelazar de giros y zapateados en el que predominaba la espectacularidad sobre la técnica. Rubén Olmo ha elegido este baile como un guiño a la faceta cinematográfica de Antonio Ruiz Soler, que después continuaría en España ya como actor protagonista y no solo bailarín.
ESTAMPAS FLAMENCAS
Coreografía: Rubén Olmo (Taranto y Caracoles), Miguel Ángel Corbacho (Martinete y Zorongo).
Música: Martinete: popular. Zorongo: Enrique Bermúdez, Taranto: Diego Losada, Caracoles: Víctor Márquez Textos: Federico García Lorca y letras populares
Escenografía y audiovisuales: José Maldonado Iluminación: Felipe Ramos Vestuario: Martinete: Camisa Lopez de Santos, pantalones González; Zorongo: Fondos BNE, realización bata de cola Lina. Hombres: realización González; Taranto: Realización José Antonio Arroyo; Caracoles: Batas de cola Justo Robles ‘Salao’. Calzado: Gallardo
Martinete Zorongo Taranto Caracoles
Estreno absoluto el 15 de abril de 2021 por el Ballet Nacional de España, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.
Rubén Olmo y Miguel Ángel Corbacho han creado cuatro piezas inspiradas en el estilo, la estética y el carácter de Antonio Ruiz Soler. Estas coreografías recorren el flamenco tradicional desde sus orígenes, tanto de vestuario como musicalmente. Este repaso del cante, el baile y el toque primigenios transita por los palos flamencos habituales en los trabajos de Antonio: el zorongo, el martinete, el taranto y los caracoles. Sigue la estela de la puesta en escena que utilizaba en sus montajes de flamenco, con una coreografía más actual.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
LEYENDA “ASTURIAS”
Coreografía: Carlos Vilán Música: Isaac Albéniz Dirección musical: Manuel Coves
Real Orquesta Sinfónica de Sevilla Orquestación: Albert Guinovart
Iluminación: Felipe Ramos Realización de vestuario: Lopez de Santos
Calzado: Gallardo Edición musical: Tritó Edicions
Estreno absoluto el 16 de octubre de 2016 en la Ópera Nacional de Bucarest. Estreno el 15 de abril de 2021 por el Ballet Nacional de España, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.
Cuando Esther Jurado, bailarina principal invitada del Ballet Nacional de España, pidió a Carlos Vilán que creara para ella una coreografía de clásico español, el bailarín y coreógrafo argentino la imaginó bailando con una bata de cola la partitura Asturias de Albéniz desconociendo que su madre era asturiana. Esta coreografía, que tituló Leyenda, se estrenó en la Gala de Estrellas de la Ópera de Bucarest en 1998.
Rubén Olmo ha querido incluirla en este programa porque la composición de Albéniz era habitual en el repertorio del Ballet de Antonio, aunque en su caso lo interpretaba un bailarín masculino. Para el director del Ballet Nacional de España, esta creación de Carlos Vilán encajaba con el espíritu de este programa porque el coreógrafo conocía muy bien el estilo del maestro. Carlos Vilán trabajó estrechamente con Antonio como repetidor de El Rocío, obra que María Rosa encargó a Antonio para su compañía.
ZAPATEADO
Coreografía: Antonio Ruiz Soler
Música: Pablo Sarasate
Dirección musical: Manuel Coves Real Orquesta Sinfónica de Sevilla Orquestación: Manuel Coves Diseño de iluminación: Ginés Caballero (AAI) Realización de vestuario: Primer elenco: Taller González. Segundo Elenco: José Antonio Arroyo Calzado: Gallardo
Estreno absoluto en 1946 por Antonio, en el Teatro Bellas Artes de México. Estreno el 14 de junio de 1982 por el Ballet Nacional de España, en el Teatro Lope de Vega de Sevilla.
La interpretación que Antonio Ruiz Soler realizó de la música de Pablo Sarasate elevó su prestigio como bailarín y coreógrafo y se convirtió en una de las joyas de su repertorio desde su estreno en 1946 en el Teatro Bellas Artes de Buenos Aires. La influencia del claqué que se aprecia en la técnica de este zapateado lo convierte en una virtuosa muestra de flamenco estilizado. En 1959, Antonio interpretó una versión de este solo andando por una carretera rural en la película Luna de miel, una coproducción hispano-británica dirigida por Michael Powell, que visualmente remite al Gene Kelly de Un americano en París. Con los años lo han bailado innumerables primeros bailarines de diversas compañías, todos ellos intentando seguir la máxima de Antonio: “Bailarlo es acariciar el suelo; hay que hablar con el suelo, no dar patadas”.
FANTASÍA GALAICA
Coreografía: Antonio Ruiz Soler
Música: Ernesto Halffter Dirección musical: Manuel Coves Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
Soprano: Carmen Solís Escenografía original: Carlos Viudes Figurines: Carlos Viudes
Adaptación de escenografía: Jesús Acevedo
Realización de escenografía: Sfumato
Iluminación: Ginés Caballero (AAI)
Vestuario: Encarnación, Perís y Sastrería González
Calzado: Gallardo y ArteFyl Edición musical: Monge y Boceta
Reposición: Cristina Visús
Estreno absoluto el 30 de junio de 1956 por Antonio y su Ballet Español, en el V Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Jardines del Generalife.
Estreno el 12 de mayo de 1979 por el Ballet Nacional de España, en el Teatro Juárez de Guanajuato, México.
Esta coreografía sublima la estilización de las danzas populares en la que Antonio Ruiz Soler fue un maestro. En este caso, Antonio reinterpretó la muñeira gallega a través de la técnica clásica, combinando el baile coral y el paso a dos. Sin perder referencias como las vieiras y los arcos florales, trasladó el baile más popular de Galicia de la plaza de un pueblo al teatro de cualquier ciudad del mundo, haciendo visibles la armonía y la poesía de las notas de Ernesto Halffter sobre la leyenda de la Santa Compaña.
VESTUARIO
Los fondos de vestuario del Ballet Nacional de España están integrados por más de 5.000 piezas, incluidos los trajes de la compañía de Antonio que se compraron en los años 80 para la reposición de Sonatas y Fantasía galaica. Gracias a ello, se ha podido recuperar el vestuario original de estas obras, que ahora se ha restaurado y adaptado para este programa. Se han adquirido además elementos que faltaban, como las lanzas de los alabarderos, réplicas de las que utilizaban estos guardias reales.
La mayoría de las coreografías de este programa se ha surtido asimismo de los fondos. El departamento de Regiduría de Vestuario ha buceado entre las anteriores producciones del Ballet Nacional de España hasta hallar los trajes que remitieran a la estética vigente en las distintas etapas de la vida profesional de Antonio Ruiz Soler.
Las bailarinas de Caracoles responden a esa arquetípica imagen flamenca asociada al boom turístico de España: batas de cola de lunares, flores en el pelo, caracoles en la mejilla y mantones de colores. Mientras que el vestuario femenino de El vito se inspira en el que utilizaba Carmen Amaya, con chaquetilla corta y falda capa que recuerda a un capote de torero.
En el caso de Leyenda (Asturias) y Martinete se han realizado ex profeso los trajes que lucen los bailarines. Para Esther Jurado se ha diseñado una bata de cola de encaje negro, que se asemeja a un traje de noche, mientras que Rubén Olmo viste un chaleco con medallas a modo de botones y una chaquetilla con caireles en las mangas, prendas similares a las que solía lucir Antonio en sus actuaciones.
Para Martinete se ha copiado la estética de Antonio al comienzo de su carrera en los años 30 y 40, con prendas ajustadas al cuerpo: chaleco entallado, pantalón flamenco y camisa con mangas de vuelo atadas a la cintura.
ESCENOGRAFÍA
Los criterios para la realización de la escenografía de este programa han sido la reutilización de elementos y la reproducción audiovisual de los diseños utilizados originalmente por Antonio Ruiz Soler en sus montajes.
Los arcos utilizados para representar el escenario palaciego en el que Antonio situó las Sonatas son un préstamo del Teatro Real. Corresponden a la escenografía diseñada por Daniel Bianco para la producción Las bodas de Fígaro. Mientras que el telón pintado con el escudo idealizado de los alabarderos se ha sustituido por una proyección creada por José Maldonado.
El también bailaor y coreógrafo ha diseñado además otras piezas audiovisuales para Estampas flamencas. En este caso, al tratarse de unas coreografías nuevas, ha contado con mayor libertad creativa. El hilo conductor de todas ellas es el palo flamenco que se baila. En Taranto, la escenografía recuerda la textura de una cueva minera, en referencia al lugar donde surgió este palo. En el caso de Caracoles, al ser un palo cercano a las alegrías, la proyección está llena de colores, y para Zorongo, un palo popular en las tabernas, las imágenes evocan un cielo estrellado. La inspiración del dibujo de José Maldonado para el Martinete ha sido la amistad entre Antonio y Picasso, por lo que se trata de un diseño más abstracto de líneas geométricas.
Comments