Madrid capital y otras siete localidades de la región acogen la 39ª edición del principal y más longevo encuentro coreográfico de España, que se celebra del 9 al 26 de mayo
La programación, con montajes de cinco países, ofrece siete estrenos (4 en España y 3 en la Comunidad de Madrid), entre ellos los de (La)Horde / Ballet Nacional de Marsella, el coreógrafo británico Wayne McGregor, la Stephanie Lake Company de Australia y la coreógrafa belga Anne Teresa de Keersmaeker
Participan 22 compañías (4 internacionales, 9 de la Comunidad de Madrid y el resto de Andalucía, Canarias, Galicia, País Vasco y Navarra)
Un gran evento de 10 horas de duración, participativo y abierto a todos los públicos, en la Puerta del Sol de Madrid transformará el corazón de la capital en un gigantesco estudio de danza el sábado 11 de mayo
La representación española incluye nombres como Antonio Ruz, La Phármaco, Led Silhouette, el Ballet Nacional de España, Mucha Muchacha, Daniel Abreu, Janet Novás o Alfonso Losa
A las puertas de cumplir cuatro décadas de compromiso e impulso de la danza en España, el festival más longevo e importante del género, Madrid en Danza, llega a su cita de mayo (entre el 9 y el 26) con un programa de 22 espectáculos que se exhibirán en la capital y en otras siete localidades de la Comunidad y que han presentado esta mañana en Teatros del Canal el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, y la directora artística del festival, la coreógrafa y bailarina Blanca Li.
De la mano de 22 compañías (4 internacionales, 9 de la Comunidad de Madrid y el resto de Andalucía, Canarias, Galicia, País Vasco y Navarra), el festival Madrid en Danza de la Comunidad de Madrid mostrará la amplitud de miradas al mundo y al arte de la creación coreográfica actual y la fortaleza de una expresión artística que cada año conquista a mayor número de espectadores. En total el público podrá disfrutar de trabajos llegados desde 5 países, con 7 estrenos (4 en España y 3 en la Comunidad de Madrid), entre ellos de compañías cimeras como (La)Horde / Ballet National de Marsella, Wayne McGregor, Stephanie Lake Company y la coreógrafa Anne Teresa de Keersmaeker.
Madrid en Danza pisará este año la calle. Un gran evento participativo, gratuito y abierto a todos los públicos en la Puerta del Sol de Madrid el sábado 11 de mayo acercará la belleza y capacidad expresiva de la danza a todos los ciudadanos. Durante 10 horas seguidas, la plaza se transformará en un gigantesco estudio de danza y un espacio abierto donde se representarán diferentes espectáculos y se invitará al público a participar y aprender pasos de bailes de salón, danza moderna, flamenco o danza contemporánea.
Además de este escenario al aire libre, el festival se desarrollará en otros cuatro escenarios de la capital (Teatros del Canal, Teatro Pradillo, Sala Cuarta Pared y Centro Cultural Paco Rabal) y en otros siete municipios de la región (San Lorenzo de El Escorial, La Cabrera, Pinto, Getafe, Coslada, Alcorcón y Alcobendas), con una apuesta por la autoría viva, la gran creación contemporánea nacional e internacional, y flamenca, que refleja las inquietudes de la sociedad contemporánea (como el cambio climático, la guerra, la identidad o el mundo digital). La presencia del festival más allá de la capital, con una oferta diversa y de excelencia, apunta a la voluntad de descentralización cultural de la Comunidad y la promoción y desarrollo de la danza más allá de sus circuitos habituales.
Teatros del Canal aglutinará gran parte de la programación del festival, con diez espectáculos, y estrenará en España las cuatro producciones internacionales de (La) Horde y el Ballet National de Marseille, la Compañía Wayne McGregor, la Stephanie Lake Company y la coreógrafa belga Anne Teresa de Kersmaeker, al frente de Rosas.
Las representaciones las abrirá el colectivo (La)Horde y el Ballet National de Marseille, que vuelven a Teatros del Canal después de su paso en 2022 con el recordado montaje Room with a view, en el que recreaban una espectacular cantera desde la que hacían un llamado a la protesta y la rebelión.
En Age of Content (9 y 10 de mayo) se zambullen en el universo virtual elaborando un lienzo que fusiona danza y multimedia e invitando al espectador a atravesar el intrincado tapiz de la identidad (entre lo virtual y lo real), los medios de comunicación y las normas contemporáneas. Esta creación de Marine Brutti, Jonathan Debrouwer y Arthur Harel cuestiona nuestras respuestas físicas y emocionales ante la abundancia de contenido y las realidades simultáneas de nuestro tiempo.
Aunque se inspira en la recordada película El cristal oscuro de Jim Henson (el creador de los Teleñecos), UniVerse: A Dark Crystal Odyssey, el más reciente espectáculo del multipremiado coreógrafo británico Wayne McGregor (15 y 16 de mayo), no es una traslación del universo fantástico del filme sino una inspiración que McGregor toma para pensar sobre un planeta, la tierra, enfermo, y la crisis climática actual, que necesita urgentemente, según entiende, una curación.
Apoyado en poderosas imágenes, un sonido envolvente y una tecnología inmersiva de última generación, UniVerse: A Dark Crystal Odyssey evoca la idea de que la humanidad y la naturaleza son inseparables y se pregunta cómo pueden volver a unirse para estar completas.
Anne Teresa De Keersmaeker estrenará el 19 de mayo en España EXIT ABOVE: after the tempest, con música de Meskerem Mees, Jean-Marie Aerts, Carlos Garbin. La coreógrafa belga (Malinas, 1960), al frente de su compañía Rosas que creó en 1983, vuelve sobre sus pasos con este montaje a las raíces de la danza, de la música pop, el blues y sus misteriosas notas azules, aquellas que entremezclan tristeza y alegría.
El punto de partida es la canción Walking blues del legendario artista de blues Robert Johnson; aunque el viaje se remonta a Der Wanderer de Schubert, el autor de canciones más conocido del siglo XIX. Meskerem Mees, cantante flamenco de raíces etíopes, compondrá una serie de variaciones, permutaciones y otras adaptaciones de canciones ambulantes, junto con Jean-Marie Aerts, el arquitecto del sonido de TC Matic, la fabulosa formación de rock belga de los 80, y con el bailarín y guitarrista Carlos Garbin.
En Manifesto (del 24 al 26 de mayo) Stephanie Lake, quizás la coreógrafa más importante que ha surgido en la danza australiana en la última década, provoca una simbiosis entre la danza y la percusión, entre nueve bailarines y nueve baterías. Después de Colossus (2019), que cohesionaba a 50 bailarines realizando intrincados movimientos contrapuntísticos, en Manifesto, cada pareja de batería y bailarín lleva a cabo un baile feroz con un sonido electrizante.
Tradición y vanguardia
El flamenco es una disciplina mimada por Madrid en Danza, fundamentalmente en sus propuestas más innovadoras y contemporáneas. Este año, junto a nombres indiscutibles como Alfonso Losa, del que se rescata su último montaje, Flamenco: Espacio creativo (24 de mayo), donde su danza flamenca se expone a nuevos conceptos y movimientos, sobresalen espectáculos sorprendentes como Zarra. Este montaje, dedicado al que fue máximo goleador de la liga de fútbol española Telmo Zarra, es un homenaje creado por su nieta, la bailaora bilbaína Adriana Bilbao. Conjugando danza y flamenco con elementos deportivos asociados al fútbol, Zarra (25 de mayo) recorre la historia del jugador del Athletic de Bilbao y de la selección española de fútbol en una época radicalmente diferente.
La Reina del Metal (15 de mayo) inventa un género fugaz y único: el ensayo flamenco para dos cuerpos rodeados a partir del baile de Vanesa Aibar junto a los sonidos extraídos del metal y la electrónica del músico Enric Monfort.
Verso libre (17 de mayo) es una improvisación de la joven bailaora gaditana María Moreno en torno al cuerpo en fiesta, acompañada a la guitarra por Raúl Cantizano, al cante por Miguel Lavi y al compás Roberto Jaén. Y en Las Alegrías (19 de mayo), Paula Quintana compone la primera pieza de una trilogía en torno al renacer, el empoderamiento y la elevación de los cuerpos. Un solo de danza sobre la alegría como energía en potencia, íntima, transformadora y revolucionaria.
En Mariana (10 de mayo), Luz Arcas con su compañía La Phármaco celebra el arte jondo primitivo a través de la danza contemporánea ataviada como un animal de carga, y recrea de forma libre la potencia de este animal, rodeada de un espacio sonoro de cantes de campo, cornetas de fiestas populares y percusiones experimentales.
La recuperación de la esencia ancestral mueve igualmente el baile de Nova Galega de Danza, que presenta en Berro (10 de mayo) el vacío que supone ser individuos solos y aislados en una sociedad sin memoria que debe buscar un movimiento que les recuerde su pasado. En un viaje que conecta los estados emocionales, muestra la importancia de anclarse en la tradición, la tierra, la raíz, la familia y el hogar, a través de la experiencia colectiva.
Por su parte, la bailarina y coreógrafa Janet Novás y la compositora e investigadora del folclore gallego Mercedes Peón se alían en Mercedes máis eu (22 de mayo) para explorar las relaciones particulares que existen y se establecen entre su danza y su música plagado de imágenes evocadoras.
Y en Afanador (23 y 24 de mayo), el Ballet Nacional de España bucea en el universo flamenco del célebre fotógrafo de moda y retratista colombiano Ruven Afanador, reflejado en los libros Ángel gitano y Mil besos, dos sesiones fotográficas realizadas en Andalucía. El Premio Nacional de Danza y director de La Veronal Marcos Morau pone a dialogar en este espectáculo “la mirada surrealista de Afanador sobre el flamenco” y la del propio Morau, “muy parecida” a la del fotógrafo. Ambas, señala, no representan “el mundo que existe” sino inventan “uno nuevo”.
Espejo de actualidad
Las propuestas de danza contemporánea española del festival se bifurcan en dos caminos, el de la reflexión sobre el hecho estético y el de la toma de conciencia del mundo de hoy, como sucede con la danza pasional del colectivo Led Silhouette (Jon López y Martxel Rodríguez) y Marcos Morau en Los perros (16 de mayo), otra aproximación, como en el montaje de (La)Horde, a nuestro presente digital, en la que la compañía navarra aborda la deshumanización y el aislamiento social a través de dos intérpretes que, como perros en movimiento, muestran una capacidad de resistencia ante esa adversidad.
Una idea similar la plantea Eduardo Vallejo en Glass House (24 de mayo), en la que abre la puerta a la salvación del individuo que vive en una sociedad antiutópica en la que se siente alienado. Y a una utopía (un mundo sin guerra) parece dirigirse el cordobés Antonio Ruz en el canto antibélico de PHARSALIA (17 de mayo), que se inspira en la única obra que ha sobrevivido de su paisano Marco Anneo Lucano (39-65 d. C.), nieto de Séneca, autor de esta obra, un poema épico inacabado en diez cantos sobre la guerra civil entre Julio Cesar y Pompeyo Magno.
El amor es el tema central de otros dos montajes, VAV (17 de mayo) de Daniel Abreu (Premio Nacional de Danza 2014) y He aquí un acto romántico (16 de mayo) de Richard Mascherin. El título de VAV, pieza concebida para seis intérpretes, es el de la sexta letra del alfabeto hebreo, que rige las relaciones en general, incluyendo las relaciones amorosas. Simboliza, según Abreu, “lo que une, lo que mantiene todo unido, un anzuelo, el enlace, la conjunción de cielo y tierra, de hombre y espíritu”. Mascherin indaga, por su parte, en la idea del amor romántico a través de tres personajes. El artista canario ha basado su creación en la idea de caída (física y emocionalmente) desde 2015. “Quería analizar lo posterior a una caída física, a una caída emocional. Y la secuela y el impacto que tiene un accidente y las consecuencias físicas del amor romántico”.
En SHINE (23 y 24 de mayo), la coreógrafa vasca Judith Argomaniz analiza con sus ocho bailarines la búsqueda del éxtasis, de la felicidad, la adicción al hedonismo y la busca de evasión en la sociedad actual al ritmo de la música tecno. Y Mucha Muchacha (24 de mayo), debut hace tres años de la compañía del mismo nombre que recupera el festival, reivindica al grupo de mujeres conocido como Las Sinsombrero, de poetas, escultoras, ilustradoras, filósofas, artistas gráficas y periodistas, que la Guerra Civil relegó al olvido.
El coreógrafo israelí afincado en España Sharon Fridman interviene en Madrid en Danza con Europa (12 de mayo), dirigido por Luis Luque, Fridman aborda el mito griego del mismo nombre sobre el rapto violento de una princesa fenicia por Zeus, convertido en toro, para obligarle a vivir una vida que no ha sido elegida por ella. A partir de este mito, Fridman y Luque firman un espectáculo conceptual y minimalista en el que se multiplican los diferentes lenguajes plásticos y coreográficos, y donde el sonido, el movimiento y la luz funcionan como signos poéticos.
Beta Pública
El Teatro Pradillo acogerá, dentro de Madrid en Danza, la undécima muestra coreográfica internacional Beta Pública, que reúne producciones de corta duración de creadores noveles seleccionadas por el equipo artístico de la muestra.
Beta Pública es una iniciativa de la Asociación Beta Pública, fundada en mayo del 2014 por Pilar Villanueva, que busca impulsar el desarrollo del proceso creativo coreográfico. La asociación realiza anualmente la muestra coreográfica a través de su página web y redes sociales para desarrollar una comunidad de público, bailarines, programadores culturales, medios y productores que dinamicen la escena nacional de la danza contemporánea.
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