El pasado miércoles, Marianela Núñez, Primera Bailarina del Royal Ballet de Londres, ha sido reconocida en su ciudad natal de Buenos Aires como Personalidad Destacada de la Cultura, durante una ceremonia que se llevó a cabo en el Salón Dorado de la Legislatura porteña.
Entonces, en medio de aquel bullicio de discursos y felicitaciones, un sobre blanco fue depositado en sus manos, ¿Qué contenía?
Era una fotografía que la mítica bailarina Margot Fonteyn dedicase a otro grande de la danza: Ángel Pericet.
Me cuesta mucho recordar a Ángel, casi me hace daño, porque tuve el honor de escribir la que iba a ser su última entrevista. Nadie lo imaginaba: ni él, que estaba lleno de danzas y vivencias asombrosas, con una extraordinaria sensibilidad que lo hacía refugiarse de puertas adentro, aunque por alguna extraña afinidad me dejó penetrar en su mundo. Su repentina muerte me dejó muda. Tenía tanto que contar, que transmitir, que un sentimiento se orfandad me poseyó porque ¿dónde iba a encontrar alguien tan interesante sobre quien escribir? Han transcurrido más de 14 años y reconozco que jamás lo he hallado.
Cuando desde Buenos Aires su sobrina, Concepción Cuervo Pericet, me contó que, en estos días, durante el acto honorífico en el Salón Dorado, había obsequiado a Marianela Núñez con una fotografía que Margot Fonteyn dedicó a Ángel y que era uno de sus más preciados recuerdos, sentí que había llegado el momento de recuperar el texto de mi entrevista.
Historia de una fotografía
Fue en 1979, cuando la BBC rodaba la serie “El maravilloso mundo de la danza”, presentada por Margot Fonteyn. En el capítulo dedicado a la danza española se escogió a los Pericet para que la ilustrasen. Ángel Pericet dirigió las escenas de baile de sus hermanos: Carmelita y Eloy, que se filmaron en la mansión de José de Udaeta, el palacete de Sitges donde la misma Margot se alojaba. Carmelita la recuerda con gran cariño, pues la artista fue muy cercana y amable con ella, le contó muchas cosas, como su gran admiración por el baile español, que desde niña había querido estudiarlo pero que no pudo aprenderlo por la falta de profesores en la materia.
Lamentablemente, este capítulo de la serie, que posiblemente se encuentre en los archivos de la BBC, no ha sido reproducido, si bien, en el dedicado al Ballet Romántico, se puede admirar en la parte dedicada a la histórica bailarina Fanny Elssler, a Carmelita y Eloy Pericet bailando la cachucha (min. 24,10).
Actualmente, sucede que, cuando Carmelita Pericet ve bailar a Marianela Núñez, siempre le aviva sus recuerdos sobre Margot. Por ello, le pidió a su sobrina que le obsequiase personalmente con la foto que le dedicara a su hermano, porque considera a Marianela la Margot Fonteyn del siglo XXI.
Esperamos que Marianela Núñez sepa apreciar el valor del objeto, porque las cosas no viven si no caen en manos de quien las ama, pues, como decía Jorge Luis Borges: "Es tan triste el amor a las cosas; las cosas no saben que uno existe".
MERCEDES ALBI
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