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Paseando por los sueños de Hugo Pérez de la Pica (entrevista)


Hugo Pérez de la Pica nos ofrece en sus obras un paseo por el universo de los sueños, y si queremos olvidarnos del gris de la realidad, no tenemos más que traspasar la puerta del Teatro Tribueñe como si se penetrase en una dimensión distinta.


Hugo es poeta, dramaturgo, director teatralescenógrafofigurinista, especialista en floklore, discípulo del bailaor Tomás de Madrid... Su currículum excede el ámbito de las clasificaciones. Es creador, junto a Irina Kourberskaya, del Teatro Tribueñe. Posee, entre otros reconocimientos, el Premio Ojo Crítico de Teatro de 2012 de RNE


Su profundo interés por el folklore hispano le lleva a recorrer toda la geografía investigando canciones populares españolas, analizando movimientos de danza casi olvidados, rescatando viejas músicas archivadas y diseñando trajes que recuperan simbologías ancestrales. Todo le deja el poso profundo que transmite.


Su nuevo espectáculo “Mujeres catedrales” despierta una magia que aquí es totalmente envolvente. No hay límites entre géneros artísticos porque las protagonistas los traspasan todos. Ellas son siete: Candelaria de la Serena (Voz); Rocío Osuna y Carmen Rodríguez de la Pica (actrices); Raquel Valencia, María Nadal, Virginia Guiñales y Lucinda Usaola (bailarinas). junto con la pianista Tatiana Studyonova, siendo todo en directo y las voces sin amplificar.


La primera vez que las vi, tuve que regresar una segunda y aun podría volver una tercera, porque son carne pura, sin artificios, se la juegan y se entregan en cada representación.


Viajamos a un tiempo imaginario, porque el don de Hugo es el de dar color a un mundo que solo hemos conocido en blanco y negro.


La atmosfera que crean tiene tintes dorados, parece como si una pintura de Zuloaga hubiese cobrado vida.



-¿Cómo definirías tu forma de crear?


-Es un acto de rebeldía, una originalidad en la manera de respirar de estos tiempos.

 

-Realmente, tu estilo creativo es como un verso sugestivamente libre.

 

-Bueno, en el trasfondo hay una identificación constante con la mujer española en un tiempo indeterminado, o quizá muy determinado, pero yo trato de hacer la abstracción para no cavar los mismos surcos.


"Mujeres catedrales", fotografía Laura Torrado

-¿Tienes fijado mentalmente que es lo que pretendes?

 

-En este momento mis intenciones empezaron a ser conscientes, que no  mis inspiraciones.


-Define pues tus intenciones.


-La primera es la intención fundamental del arte, el propósito que alberga en sí mismo que no es otro sino sensibilizar, conmover traspasar, mover ficha...; la segunda, es unir los eslabones de una alta evolución centenaria que se perdió completamente  a finales del siglo XX.

 

-¿Qué es lo que se perdió?

 

-Un modo de hacer a la española. No nos damos cuenta de que España es cuna occidental del teatro musical.


-¿Podrías concretar ese aspecto?


-Me refiero con ello desde una perspectiva amplísima de lo artístico que comprendería la zarzuela, la escuela bolera, la escuela de tonadilleros, el flamenco, los sainetes por horas, la música procesional, los pasodobles toreros, y un larguísimo etcétera. 


Candelaria de la Serena y Rocío Osuna. Fotografía Laura Torrado

-Una persona que te admira, destacó de ti que tienes el don de saber dar color a un mundo que solo hemos conocido en blanco y negro.

 

-Opiniones así me animan a continuar. Una vez la bailarina Pacita Tomás, que ya ha cumplido los 96 años, me dijo que no era tan bonito aquel mundo como yo lo pintaba. Fue un gran cumplido.

 

-En este espectáculo que tenéis ahora en cartel, "Mujeres catedrales", ellas verdaderamente lo son, unas artistas completísimas. Me gustaría que me definieras algo de cada una.


-Claro, por ejemplo, de Raquel Valencia te diría que con ella tengo  una especie de corriente de comunicación instantánea, tanto para la sutileza y el matiz como para el bloque o bosquejo grueso de las cosas. Como bailarina hace orgánico lo inorgánico, y como bailaora es magia pura. Cuando está a gusto el escenario, se incendia, pero en un incendio sostenido, no salvaje.


Rocío Osuna, Fotografía Laura Torrado

-No puedo dejar de contarte que soy valenciana, así como la amiga que me acompañaba, y cuando al final de la representación, saliste al escenario para recordar al pueblo de Valencia, vimos cómo entre cajas Raquel se abrazaba a ti, lloramos con ella, con vosotros. Son instantes que nunca olvidaremos. Pero todas son geniales. Háblame de las otras tres bailarinas.


-María Nadal sabe lo que quiero, sabe como la sueño, ella lo intuye y me hace soñar más lejos todavía. Siempre me sorprende adelantándose tres pueblos más allá de mis intenciones.

 

Virginia Guiñales aporta la posición perfecta de su cabeza y la delicadeza de la bailarina.


Y Lucinda, que solo tiene dieciseis años, muestra una seguridad impropia de intérpretes con tan poca experiencia. Es prácticamente su debut pero se la ve perfectamente, te llama la atención su dulzura transparente, te llaman sus ojos.


-También cuentas con tu madre, la actriz Carmen Rodríguez de la Pica.


-¿Qué te voy a contar de mi madre? La pongo en escena y siento que ha subido España misma sobre el escenario.


-Y ¿Rocío Osuna?


-Rocío es una "fenómeno" escénico, una actriz a la que se le puede encomendar cualquier Hazaña (con mayúscula) como ésta de fundirse entre la danza y el canto.


-¿La pianista Tantiana Studyonova?


-Las manos de Tatiana, a veces lentas y parsimoniosas como un alado triángulo de gansos; otras, son proyectiles de golondrina que se convierten en águila real.


Rocío Osuna y Candelaria de la Serena. Fotografía Laura Torrado

-Solo falta que me cuentes sobre la cantante Candelaria de la Serena.


-Candela es la fuerza medida, la fuerza contenida, es una expresión. Toda ella sabe, y sabe lo que tiene que decir, cómo y cuando. Es un milagro andante de 24 años, que se ha tragado de  Doña Concha Piquer, el empaque, y de Doña  Juana Reina, el latigazo. 


-¿Qué artista antigua te inspira más?

 

-Son muchas, en realidad, a veces pienso que todas las mujeres que quisieron decir España con su arte están están dentro de mí.

 

Y por España no me refiero para nada a un concepto de país, sino a un hilo invisible tejido en el aire, un pañuelo sujetado por arcángeles  particulares. Y de ellos sí que me imagino las caras.


"Mujeres catedrales" aplauso final

MERCEDES ALBI

 

 

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