Acudimos hoy a la rueda de prensa de los Teatros del Canal, donde Julio Bocca, junto con el director de orquesta Manuel Coves, han presentado "El Mesías".
El Ballet Sodre de Uruguay bailará la célebre partitura de Haendel con el gran aliciente de hacerlo por primera vez utilizando música en directo. La Orquesta y Coro Verum, con cuatro solistas excepcionales -la soprano Sonia de Munck, la mezzosoprano María Infante, el tenor Víctor Sordo y el barítono Francisco Crespo- acompañarán desde el foso esta coreografía de Mauricio Wainrot.
Conversamos con Julio Bocca al final del evento. Resulta difícil hacerse a la idea de que este joven cordial y sencillo, que me habla con dulce acento argentino, es el mismo gran artista que hasta hace poco nos deleitaba bailando en el American Ballet.
Porque Julio, como bailarín, es inolvidable. Acude a mi mente su Romeo en la escena del balcón... Sí, está aquí, frente a mí, y se muestra encantador, tranquilo, satisfecho con la calurosa acogida que le está brindando el público en España.
-¿Cuándo comenzaste a concebir la idea de ser director de compañía?
-Fue algo que sentí en mi interior, un deseo... Me gustaba, deseaba probar lo que suponía dirigir una compañía a nivel estatal.
-¿Ya notabas ese deseo cuando eras bailarín principal del American Ballet?
-No, yo mientras bailaba, me entregaba totalmente a mi labor de intérprete y estaba plenamente satisfecho.
-Entonces, ¿Cómo surge tu conversión de bailarín a director?
-Al despedirme de los escenarios, necesité un período de reflexión. Y al dejar el American Ballet estuve año y medio sin hacer nada.
-¿Un período de reflexión?
-Sí, yo quise parar, era una necesidad absoluta. Yo quería vivir como la gente normal. Conocí a mi pareja. Nunca había vivido un año entero en una casa. Me había pasado la vida viajando, actuando de aquí para allá. No te puedes imaginar lo que significaba para mí hacer las cosas que a los demás les resultan cotidianas. A mí se me planteaban como todo un desafío porque nunca hasta entonces había podido hacerlas.
-¿Buscaste dentro de ti lo que querías ser y hacer con tu vida?
-Sí, era una reconversión interior necesaria, y entonces sentí que deseaba dirigir, embarcarme en esta maravillosa labor de hacer del Ballet Sodre de Uruguay una compañía de referencia a nivel internacional.
-¿Por qué escogiste esta obra?
-Me interesa mucho la labor coreográfica de Mauricio Wainrot, y como ya habíamos hecho en el Ballet de Uruguay otra obra suya, “Un tranvía llamado deseo”, me pareció muy interesante ampliar el repertorio con otra totalmente diferente, como es su "Mesias".
-¿Cómo te sientes en España?
-Muy bien. Me encanta y vengo mucho. Me siento como uno más.
El Mesías se podrá ver en el Teatro del Canal los días 6, 7 y 8 de noviembre.
Según el coreógrafo Mauricio Wainrot, entrar en el universo musical de El Mesias de Haendel fue sumergirse en una obra que está en consonancia con sus más profundas inquietudes, con su fuerte espiritualidad y con la necesidad de retornar a escuchar sus más íntimos sonidos y silencios.
MERCEDES ALBI