Conversamos con Azucena Huidobro para felicitarla por el éxito obtenido con “Quiero Bailar Flamenco”, un libro dirigido a los más pequeños, cuya segunda edición verá próximamente la luz.
Azucena ha dedicado su vida a la danza y no ha perdido ni un ápice de la ilusión que sentía cuando siendo casi adolescente, con sólo 17 años, entró en el Ballet Español de Madrid, bajo la dirección del maestro Granero. Desde entonces no ha parado de bailar formado parte de las más célebres compañías de danza española -Ballet Teatro Español de Rafael Aguilar, José Antonio y los Ballets Españoles, la Compañía de Aída Gómez y Compañía de Antonio Márquez, Ballet Nacional de España con Aída Gómez- con las que ha recorrido el mundo.
Actualmente, es Asistente de Dirección de Antonio Najarro en el Ballet Nacional de España.
Azucena es un ser inquieto e inteligente. Su rizada melena envuelve una cabeza que no para de bullir, de pensar, de buscar la forma de transmitir a los demás el gran amor que siente por la danza española.
-Felicitaciones por la segunda edición de tu libro, "Quiero Bailar Flamenco" ¿Cómo te sientes?
-Muy contenta, la venta ha funcionado muy bien, tanto que la editorial Planeta me ha dado la buena noticia de que se va a reeditar, tanto en inglés como en español (*)
-¿Se ha vendido bien en inglés?
-Sí, se agotaron enseguida, incluso antes que la edición española. También había memos ejemplares, pues salieron 500 en inglés, y 3.500 en español.
-Es un libro con unos dibujos preciosos...
-Las ilustraciones son de Mario García Arévalo, con quien he trabajado mano a mano, y ha sido muy duro. El no sabía nada de danza y yo le daba las referencias de cada detalle por pequeño que fuera. Por ejemplo, si una niña aparecía en una postura, esta debía ser la correcta desde la posición de los pies a los dedos de las manos... Mi objetivo es que el libro fuera un referente didactico además de un cuento.
Por ello, muestra una realidad, cómo es un aula de danza, cómo son las castañuelas, de qué color son... Para que los pequeños alumnos se sientan identificados con lo que ven cada día.
Le enviaba a Mario fotos con posturas. Las posiciones de brazos son mías; para los toques de palillos... Pues me fotografiaba las manos. Y los pies de los zapateados son de mi peque (ríe).
-Cuéntame de que trata el cuento.
-El personaje principal es una niña, Sara. Ella es el reflejo de mi vida, de cómo me acerqué al mundo de la danza, de mis experiencias como bailarina... Aunque te confieso que la idea de escribirlo me llegó durante un período en el que impartí clases de danza, el cual coincidió justamente con el tiempo en que mi hija comenzaba también a aprender el flamenco.
Ahí me llegó la inspiración.
-¿De qué forma?
-Yo tenía un montón de cuentos de ballet, pero me di cuenta que no encontraba nada de flamenco, y buscaba algo para que mis alumnas más pequeñas se divirtieran aprendiendo ¡No había nada! Entonces, empezó a surgir la idea en mi cabeza.
Pensé que me encantaría poder llegar a casa y leer con mi hija un cuento que no fuera ni de Barbie, ni de Monster Hight, sino que tratase de algo que compartimos las dos.
-¿Es un libro solo para niñas?
-No. Uno de los personajes es un niño, y es importante que así sea, pues por desgracia los chicos todavía lo tienen más dificil para que sus padres les lleven a aprender a bailar.
-¿Pero cómo llegas a poder plasmar tus ideas en un libro y que te lo publiquen nada menos que en Planeta?
-Conseguí tras muchas averiguaciones la dirección mail de la editora juvenil de Planeta. Y le envié un correo.
-¿Te contestó?
-Sí, me propuso que cuando viniese a Madrid me reuniera con ella. Así fue, y me presenté en la entrevista sin nada escrito. Todo estaba dentro de mi cabeza.
-¿Cómo les convences?
-Esas cosas que pasan... Sentí desde el primer momento que entre Marta - la editora- y yo surgía una corriente de empatía muy fuerte. Y propuso a la editorial estudiar el proyecto. Así, en un par de meses lo aprobaron y ¡Zas! Había que ponerse manos a la obra...
-Un idea que se plasma y que logra el éxito, porque tu libro es un referente para que los pequeños aprendan sin darse cuenta.
-Ese era mi objetivo, crear un referente en el campo didáctico.
-¿Tienes pensado escribir más libros?
-Mi cabeza no para, ideas tengo muchas. Cuando Marta apostó por mi proyecto, en la editorial no conocían el mundo de la danza ni el flamenco... Es un tema que se dirigía en a un público especializado. Ahora me alegro tanto de que me digan que el libro funciona, que se vende...
-¿Qué es lo que más te enorgullece?
-Les he podido demostrar que apostar por la danza tiene recompensa. También hay muchos gestos particulares, anécdotas que me han contado que me ponen muy contenta.
-Cuéntame alguna.
-El otro día me pongo a firmar ejemplares en una academia de danza, y me dicen que llegó una niña con una libretita de anotaciones como la del libro, y le comenta a su profesora: "traigo una libreta como Sara". Esas cosas a mi me emocionan un montón.
Las niñas serán el futuro público. El final de mi cuento, y esto le encantó a la editora, no es como suele ser, que la protagonista logra sus sueños y se convierte en estrella. Sara dice que no sabe que pasará, si llegará o no a primera bailarina, ni sabe que será de su vida... Sin embargo, eso no es lo que importa, porque el vínculo con el maravilloso arte del baile español está creado, y su amor por él quedará en ella para siempre.
Para mí esta conclusión significa un homenaje a toda la gente que ama la danza, que no son famosos ni pretenden serlo. Son miles y miles de personas a los que me apetecía dedicarles un guiño. Ellos forman parte del público que siempre esta ahí para darnos el mejor de los aplausos.
MERCEDES ALBI
(*) Pulsando sobre las palabras subrayadas, se accede los enlaces para comprar el libro.