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Entrevista a Mercedes Suárez, Directora del Centro Coreográfico Galego


El verano toca a su fin, las energías resurgen después del letargo vacacional y las ilusiones se renuevan. Tenemos el placer de visitar el Centro Coreográfico Galego, donde una nueva compañía comienza su andadura.


Se llama “Ballet Norte”, sus componentes son 12 bailarines: Silvana Sestelo, Julia Méndez, Ailén Ramos, Miguel A. Ponte, Rosalía Vázquez, Lago Alonso, Dauron Valdés, Fernando Piñeiro, Noemí Trincado, Paula Ripoll, Yolanda Pérez, Lidia González y Luisa Isabel Vázquez.


Están ensayando “Atlántica”, su primera obra, una coreografía de Juan M. Hernández, que nos sumerge en una atmósfera marina, ese embrujo gallego que percibimos con la poética expresividad de la pieza con música compuesta por Ismael Berdei.


Mercedes Suárez, Directora del Centro Coreográfico Galego, supervisa el ensayo.


Le pregunto:

-¿Cómo está la situación del Centro Coreográfico Galego?

-La crisis nos ha afectado mucho, el presupuesto se nos redujo un 50%, no hemos tenido fondos para hacer una producción propia. Imagínate lo que un recorte así significa.


Pero hay que seguir adelante, entonces tuvimos la idea de hacer una convocatoria para compañías que desearan hacer con nosotros una coproducción. Y solo se presentó una: “Ballet Norte”.


-¿Cuál es la razón por la que sólo se presentó una compañía?

-El motivo es que se pedía un mínimo de 6 bailarines para su realización, y la mayoría de las pocas compañías existentes están compuestas por una o dos personas. La ayuda tampoco era muy cuantiosa (50.000€)... Pero es un orgullo para mí que surja una nueva compañía y sus bailarines estén o hayan estado vinculados muy estrechamente a este Centro.


La pieza de Ballet Norte se llama "Atlántica", coreografiada por Juan M. Hernández y con música de Ismael Berdei, cuenta con 10 bailarines y es un homenaje a los poetas del "Rexurdimento Galego" (Rosalía de Castro, Pondal, Curros Henriquez).


También hemos financiado una segunda coproducción de danza tradicional gallega, cuyo concurso está a punto de resolverse, pero todavía no se sabe cuál será la formación elegida.

-¿Cómo ves la situación de la danza en España?

-La situación de la danza... (ríe). Siendo optimista y sabiendo que la danza nunca ha sido "nada" en nuestro país, pues creo que está como siempre.


Siempre los bailarines han tenido que emigrar, y así seguimos. Las grandes y pequeñas compañías de todo el mundo están plagadas de bailarines españoles.


Algo que no ha favorecido nada la situación ha sido la proliferación de pequeñas compañías de teatro físico, intérpretes que hacen performances, danza experimental... En realidad, aunque muchos de ellos califican sus creaciones como "danza" eso no es cierto. Pienso que sería muy importante la correcta aplicación del término “danza” y que su uso quedara restringido para los verdaderos bailarines.


-¿Qué diferencia a un verdadero bailarín del que no lo es?

-La formación, deben ser profesionales formados en la disciplina dancística, ya sea clásica, contemporánea o tradicional, pero no cualquiera que se mueva con música y ya está.

-¿Cuáles son para ti las causas de esta “invasión” de supuestos bailarines?


-Para hacer una buena coreografía también se necesita al menos un número determinado de bailarines. Las compañías desaparecen por motivos econónicos, pues es mucho más caro contratar una compañía de 10 bailarines que una “performance” de un único intérprete.


Y esto no favorece en absoluto la danza.


-¿Predomina el criterio económico sobre el artístico a la hora de programar?


-Por desgracia está siendo así y de esta forma no se puede avanzar.


Te pongo un ejemplo, yo tenía un amigo que decía que cuando iba a un restaurante leía la carta de derecha a izquierda, es decir, comenzaba por mirar el precio, y después el plato al que correspondía... Y decía que siempre era "pan" (ríe).


Algo así ocurre con la danza. Yo creo que mi amigo sería más inteligente si no fuese a un restaurante a comer pan, porque siempre le saldrá más caro que comprarse una baguette en una panadería.



-¿Cuál es el estilo que tratas de imponer en el Centro Coreográfico Gallego?


-Nuestro estilo es el que cada coreógrafo invitado quiera.


En el CCG se han programado piezas de, entre otros, Tony Fabré, Angel Rodríguez, Amaury Lebrun, Nacho Duato... Y recientemente, Johan Inger. ¿Tú como definirías su estilo? No se parecen mucho entre ellos, lo que tienen en común es que cuando se realizan las audiciones necesitan bailarines con formación académica, lo que algunos definen como “clásico”, pero no creo que Johan o Amaury, o cualquiera de ellos puedan calificarse de coreógrafos clásicos.


Creo que todos sabemos lo que es un ballet clásico y la estructura que eso conlleva de primeros bailarines, solistas y cuerpo de baile, con las variaciones correspondientes, los pasos a dos y las "32 fouettés". Eso es el clásico, no vayamos a confundir un bailarín con formación académica y pensar que cualquier estilo que baile con puntas y tutús se convierta en clásico.


He sido muy criticada aquí en el sentido de que en el CCG solo hacíamos clásico y que eso ya no se lleva, etc... Que lo que se lleva es la "NO DANZA", pero supongo que para eso habría que hacer un "NO CCG".

-¿Qué nuevos proyectos tenéis?

-Todavía no te puedo contar nada. Antes de que termine el mes tengo que presentar el nuevo proyecto, y si me lo aprueban, si es factible su realización, te prometo que serás la primera en saberlo.


Creo que es un proyecto muy bonito, pero... Habrá que esperar.


MERCEDES ALBI

(Fotografías Gabriel M. Olivares)

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