En estos días de agitación y zozobra para el público de la danza, es necesario destacar la celebración del Festival East Ballet 2016 que está durante 2 meses en el Teatro de la Luz Philips de Gran Vía.
El Kiev Modern Ballet, donde con música de Tchaikovsky, vestuario y decorado también clásicos han construido una dramatización que modifica los esquemas coreográficos. Así en El Cascanueces la protagonista es una indigente y sus amigos son los ratones; El Lago de los Cisnes transforman a un pequeño cisne en un ser humano, al que no le gusta finalmente habitar entre las personas.
También ha habido una muestra del rico folkore ruso de la mano de los espectaculares Cosacos de Rusia, y los clásicos exhibidos por el Ballet de St. Petersburgo de A. Batalov con el Lago de los cisnes y actualmente La bella durmiente.
Recientemente, ha sido premiado el Lago de los Cisnes de esta compañía, como el mejor espectáculo de danza en el Teatro Rojas de Toledo. Hemos acudido a verlo y es realmente refrescante. Se percibe de inmediato la sintonía que establece con un público que llena todos los días y se deja contagiar por la magia del ballet clásico. No son gente de la danza, sino que provienen de lo más variado, abundando la presencia de familias con niños, que no se pierden un momento de la representación.
El mejor premio es este día a día, esta constancia de Tatiana Solovieva y su gran esfuerzo por traer compañías que son una muestra viva de la lucha constante por exhibir por el mundo el patrimonio cultural de su país, unas veces con más modestia que otras, pero siempre con enorme fidelidad y respeto.
Son ya tantos años sin faltar a su cita de julio en Gran Vía, que no puede de dejarse felicitar, disfrutar de sus espectáculos y darles la bienvenida a nuestra tierra.
MERCEDES ALBI