El pasado sábado se celebró un año más la Gala Solidaria a beneficio de “Emociones de Down España” en los Teatros del Canal de Madrid. Así viene siendo desde que Antonio Najarro dirige el Ballet Nacional de España. Dicho evento se realiza junto con la Fundación GMP. Una vez más fue un éxito rotundo de público.
Comenzó con la actuación de una pequeña representación de bailarines del Psico-ballet de Mayte León. Interpretaron un extracto de la obra “Luna de Adviento”. Los días previos a este acto leí en algún medio que la danza para las personas con discapacidad intelectual “es un arma para la integración”, yo la entiendo como una manera de aprender a canalizar las emociones mediante la estimulación de los sentidos y facilitando de este modo el despertar de las dotes creativas.
El Ballet Nacional de España representó “Alento” obra que fue acogida por el público con mucha entrega como viene siendo habitual desde su estreno.
Y que disfrutaron de manera especial sus bailarines tal cual nos relatan ellos mismos:
“La experiencia fue maravillosa, tanto trabajar con ellos en el aula como compartir escenario. Sentí como el arte une a las personas. Que la danza no tiene fronteras y que con entusiasmo y alegría se puede hacer todo. Y creo que eso hicimos….. MAGIA”. Carlos Romero.
“Todo empezó como una gala más en el BNE. La clase de ballet, emplazamientos en el escenario, ensayo completo del programa, tiempo de maquillaje, etc. Hasta que dieron el aviso de bajar al escenario y allí los vimos. Me impactó la forma en la que entraron mientras nosotros calentábamos minutos antes de empezar la función. Lo hacían ordenados, en silencio, dispuestos a darlo todo, con mucha ilusión y profesionalidad. Esa ilusión que me transmitieron fue la que me dio una fuerza y energías diferentes a la hora de bailar “Alento”. El público venía por una buena causa y eso estaba presente en el aire. Para nosotros es muy gratificante ser partícipes de este tipo de iniciativas. Esperamos que se repitan en más ocasiones en la que a través del arte podamos aportar nuestro granito de arena”, Cristina Carnero.
Finalmente Antonio Najarro visiblemente emocionado dio las gracias a un público entregado en una velada inolvidable. Es de agradecer de cuando en cuando, momentos en los que se deje hablar a los sentimientos. Es entonces cuando surgen términos como “entusiasmo, alegría, ilusión, gratificante, aportar, magia”. Porque el alma no entiende de discapacidades.
Y recuerda siempre: “Si enciendes una luz para alguien, también alumbraras tu propio camino”.
Texto Gemma Ortega
Fotografías María Alperi