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Rubén Olmo designado como nuevo director del BNE


Las incógnitas que planeaban sobre quien asumiría la nuevas direcciones de las compañías nacionales ya están despejadas con el reciente nombramiento de Rubén Olmo. Desde el INAEM se ha apostado con inteligencia, tanto en la CND como en el BNE, por un modelo respetuoso con la dirección anterior, lo cual es necesario. No pueden nombrarse directores en cuyo plan esté el finiquitar lo logrado. No se puede empezar desde cero una y otra vez hasta el infinito, sino que es necesario seguir el impulso de lo conseguido, y así, Ruben Olmo toma el relevo de Antonio Najarro.


Ruben Olmo es también, como en el caso de Joaquín de Luz, una persona muy querida en la profesión y muy considerado con el trabajo de los demás, así como un profundo conocedor de la danza española en toda su amplitud. Es un magnífico coreógrafo, dotado de un gran sentido de la musicalidad. Su carácter es tímido, pero lo es porque es un tipo de artista hipersensible al que no le gusta en exceso la exposición a los medios.


Rubén Olmo es titulado en danza española y clásica por el Conservatorio de Sevilla, donde ingresó con nueve años. Como bailarín tiene una amplia trayectoria, cultivada en importantes agrupaciones de esta disciplina de nuestro país. Figuran en sus inicios, el primer Taller Coreográfico de la Compañía Andaluza de Danza, dirigida entonces por María Pagés, donde ingresó Olmo con catorce años, y la compañía de Javier Barón, donde un jovencísimo bailarín de dieciséis años debutaba en el espectáculo "El pájaro negro", con Belén Maya como bailaora principal. La compañía de danza de Aída Gómez, la producción del Teatro de la Zarzuela "El barberillo de Lavapiés" y el Ballet Nacional de España, donde ingresó con dieciocho años, llegaron más tarde en la carrera de Rubén Olmo, instalado en Madrid desde 1996. En el BNE destacó pronto, y poco tiempo después de su llegada a esta compañía ya interpretaba destacados roles. Algunos de ellos fueron el de bailarín principal en el trabajo "Luz del alma", con coreografía de Javier Latorre, y Calisto en La Celestina. Un año después se convertiría en solista de esta agrupación.


Rubén Olmo estrenó al frente de su propia compañía los montajes "Belmonte, la danza hecha toreo" (2006) y "Tranquilo alboroto" (2010). De 2011 a septiembre de 2013 fue director del Ballet Flamenco de Andalucía.


Últimamente compagina su trabajo como maestro en el Centro Andaluz de Danza (CAD) con montajes escénicos como "El Amor Brujo" con el Ballet Víctor Ullate-Comunidad de Madrid o las producciones "La Tentación de Poe" u "Horas contigo".


Es Premio Nacional de Danza 2015 en la modalidad de Interpretación y Premio de la Crítica del XXIII Festival de Jerez (2019).


En septiembre de 2019 asumirá la dirección del Ballet Nacional de España.


¡Enhorabuena, Rubén Olmo!

MERCEDES ALBI

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