Las “Leyendas cosacas” el espectáculo que nos visita estos días,- en dos funciones, la próxima y última será el próximo miércoles 15 de mayo- en el Teatro Philips Gran Vía, es para no perdérselo y aprovechar su visita en esta gira emprendida por toda España de la compañía del Teatro Estatal de Danza, dirigido por Leonid Milovanov que produce Tatiana Solovieva.
Ningún espectador quedará indiferente porque las danzas son de un brío exultante que invade, transmitiendo una fuerza y un optimismo tanto en la guerra y como en la paz, pues las diferentes escenas se inspiran en diversas épocas históricas abarcando hasta la célebre “Katyuska”, que cierra la representación, siendo un baile de la época de la Segunda Guerra Mundial cuya coreografía se sustenta protagonizada por un chica que espera ansiosa el regreso de su novio.
La pureza del riquísimo folklore cosaco se mantiene en todas las piezas, por tanto, admite una lectura mucho más profunda que posibilitaría el goce de los estudiosos de la historia.
Así, se perciben claramente las influencias que recibe el mundo eslavo a través de las vicisitudes del tiempo. Llama la atención, por ejemplo, la pieza “Gitanos”, danza de los cosacos de Atamán Nekarasov, la influencia evidente de las danzas orientales en los movimientos de las bailarinas, pues esta etnia estuvo exiliada en Turquía durante dos siglos.
La base de todo está en la danza de los pueblos, y no debemos olvidar que la impresionante técnica de los bailarines cosacos marca una evolución determinante para la recuperación del protagonismo de los bailarines masculinos en el ballet, ya que en el XIX las bailarinas en puntas fueron las reinas, relegando al hombre a un mero porteador, hasta que los rusos con Diaghilev "invadieron" París con las Danzas Cosacas del Príncipe Igor.
Porque el folklore es como una carta de identidad de los pueblos, se contiene en unas formas que acrisolan su esencia. Las danzas son un libro vivo. Hay por tanto que acudir a leerlo y os contarán muchas cosas fascinantes sobre una parte del alma rusa.
MERCEDES ALBI