Un verdadero placer es dejarse sorprender, siempre desde la butaca, con la exhibición de piezas que la Muestra Coreográfica de Beta Pública -que este año ya va por la octava edición- nos ofrece. Y es que partimos de una excelente selección de obras ya que, según cuenta su directora artística, Pilar Villanueva, “se han presentado tantas y tan buenas, que ha sido difícil escoger. Si pudiera, montaba mañana mismo otra muestra coreográfica buenísima con las que no pudimos traer”.
A la selección se presentaron 130 trabajos de los que pasaron al escenario solo 5, más la Pro- Beta, que es un proyecto en ciernes, un embrión de algo que se está construyendo.
La muestra es una ventana a la que nos asomamos cuando se levanta el telón. Nos brinda la posibilidad de viajar sin movernos a través de las tendencias más actuales de la danza contemporánea, que nos llegan en tiempo real desde diversos lugares del mundo.
DU-ENTRO (Barcelona) – “Du-Entro PROJECT”
Beatriz Cubero y Matilde Casini comienzan juntas su proyecto con una pieza que habla de la soledad. Es una creación muy reciente que data del pasado mes de noviembre. La estrenaron en Zaragoza en el festival “Pies para que os quiero”, ambas residen en Barcelona y bailan en la compañía FRE3BODIES, aunque Matilde es de Liborno.
La idea surgió en el período de aislamiento que surgió con el coronavirus y que nos condujo a una situación de aislamiento. El elemento escenográfico que usan es un banco, pues tal como me cuenta Beatriz, observó cómo los bancos de la Rambla estaban vacíos, nunca se sentaba más de una persona y lo escogió como signo de lo que querían contar.
La soledad sumerge a Beatriz en una inercia que Matilde, que simboliza el mundo exterior, trata de romper. La bailarina italiana “representa la persona que intenta sacarte de la burbuja en la que te has sumergido, porque hay mucho en el exterior, nos queda mucho por ver…”. Este proceso de reconexión y deseo de retomar la vida, de salir de la zona de confort es lo que hace evolucionar Du-dentro.
PRO.BETA
BOK (Madrid) – “BOK”
Bok Colectivo es el embrión de lo que es y tal vez pueda llegar a ser, pues nada más aparecer en el escenario, el público quedó arrebatado por la energía que desplegaban estas jóvenes estudiantes de 4º curso del Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma. Se llaman: Raquel Zamora, Sofía Revenga, Mónica Plaza, Paula Cedillo, Sofía García y Marina López.
“Desde que nos conocimos congeniamos muy bien y comenzamos… No teníamos ninguna finalidad, simplemente fuimos investigando movimientos y hemos ido a donde nos ha llevado la música”, cuenta Raquel.
La música de Kepa Junquera fue el hilo conductor de todo. Es una fusión de danza vasca y contemporánea con la que desarrollaron una serie de movimientos influidos por el folklore vasco, aunque siempre dentro del lenguaje contemporáneo. “Hemos metido movimientos más percutidos para darle un aire no tan fluido como el que suele requerir el estilo contemporáneo”, explican.
Su sueño está en fase de construcción y sus caminos y objetivos es muy posible que las separen: “A mí me gusta bailar, no coreografiar”, “Yo quiero ir a USA para estudiar el método Martha Graham”… Pero en lo que sí están absolutamente de acuerdo es que quieren vivir por y para la danza.
Javier Rodriguez Cobos (Madrid/Suiza) – “Lonesome Lisa”
Todo un acontecimiento recuperar a Javier Rodríguez , este artista madrileño que desde las filas de la CND, y bajo dirección de Nacho Duato, se marchó al Ballet del Rhin, está desde más de una década en el elenco del Ballet de Basilea (Suiza) donde compagina su carrera de bailarín con sus trabajos coreográficos. Nos cuenta que le hace mucha ilusión mostrar un extracto de su ballet “Night Shift” (Turno de noche), es un solo titulado “Lonesome Lisa”. Javier concibió la obra durante su estancia en un centro hospitalario a consecuencia de una lesión. Y en ese "impasse" sintió distintas emociones que plasmó en esta creación. Posteriormente, la pandemia posó casualmente su foco en los sanitarios y en los hospitales y completó su visión.
La bailarina es Lisa Horten, compañera suya en Basilea, aunque de nacionalidad noruega. Ella interpreta a una enfermera que experimenta las sensaciones que la espera genera y oscilan entre el aburrimiento y la curiosidad de explorar esa nueva circunstancia. Todo tiene una carga de positivismo y humor, pero sobre todo gran técnica dancística e interpretativa al compás del único sonido de las agujas del reloj.
“Night Shift “ fue estrenado en Basilea el pasado mes de agosto, cuando fueron abiertos los teatros, pero según nos cuenta Javier, todos los teatros de Europa han permanecido cerrados y se siente orgulloso de que Madrid haya sido la gran excepción. “Hemos sido por una vez un referente de apoyo a la cultura”.
No bautizados (Madrid/Ucrania/Chile) – “Lo invisible”
El nombre de la compañía “No bautizados” de alguna manera quiere significar que “mezclamos lenguajes y no nos atenemos a los códigos, no somos ortodoxos”, nos cuenta Rolando Salamé que junto con Katia Humenyuk han creado la pieza “Lo invisible”. Se estrenó en 2018 con una duración de 40 minutos y ganaron el Premio Bionic, que les dio el empujón para seguir evolucionándola, y al año siguiente la presentaron en el Festival Gatadans y otros escenarios.
No es lo que expresamos sino el hecho mismo de habernos conocido lo que nos dio pie para anhelar contar algo juntos. Roland es chileno y Katia, ucraniana, aunque viven en Madrid. Están muy compaginados, tan profundamente que se siente en escena.
“Lo invisible” fusiona a ambos intérpretes como si se tratase de un único ser. Es la relación que se entabla con uno mismo, en ese conflicto permanente del ser humano con su entraña, el hombre con su propia sombra…”, nos cuentan.
Ellos se mueven por el deseo de crear sin un objetivo concreto más allá de la necesidad de expresar, pues tienen mucho que contar, “nos suceden cosas que queremos transmitir con nuestro propio lenguaje sobre un mundo que a veces no comprendemos, y que sentimos que a veces va incluso contra la vida misma”.
La Basal (Madrid) – “MudarseInstalarse”
La Basal, es un colectivo de jóvenes creadoras de la que en esta ocasión exhiben la pieza “MudarseInstalarse, a cargo de tres intérpretes-creadoras: Claudia Bosch, Luna Sánchez y Aurora Constanza. Ellas se conocieron en el Conservatorio Superior de Danza, y aunque vienen de ciudades diferentes (Barcelona, Cádiz, y Basilicata –Italia) llevan 5 años viviendo en Madrid.
“Con este colectivo empezamos 2018. Somos 7 socias y no estamos en todas la piezas, nosotras tenemos un trío, pues no siempre estamos todas en todo".
MudarseIntalarse se basa en un texto de Georges Perec, un escritor que juega mucho con los espacios en sus libros, y encontrar su texto titulado “especies de espacios” les aportó la motivación creativa. “Nuestra generación está supeditada a un cambio constante y se enfrenta a un futuro incierto. Reflexionamos sobre esta mudanza continua a la que estamos condenados. Sin embargo, sabemos lo que deseamos, pero en esta sociedad líquida y cambiante, el camino para conseguirlo es incierto, nos somete a un ir y venir constante, por lo que esa forma de bucle se expresa en la coreografía.”
Algo muy original fue el modo de escoger la música, porque primero hicimos la danza con un metrónomo y a posteriori, basándose en nuestros movimientos, Francesco Torrado compuso la música, que es electrónica y experimental. Podemos decir que ha sido la música la que ha venido a nosotras. Una experiencia maravillosa”.
OUPS Dance Company (Francia) – “Pardon!”
Emilie Joneau y Clémence Juglet vienen de París, su compañía Oups Dance es de reciente creación en julio del 2019. Fundada en 2019, se propusieron como objetivo estimular la creación artística, cultivar la originalidad y desarrollar el acceso a la cultura de la danza contemporánea - electro garantizando al público -aficionado o neófito- hacia una experiencia única y poderosa.
Las dos jóvenes intérpretes y coreógrafas sienten la necesidad de desarrollar espectáculos muy dinámicos, como lo ha sido este extracto de su obra “Pardon” que es una protesta llena de rebeldía, por no ser como la sociedad y el mundo esperan que una sea. Se alejan de los clichés impuestos y parodian con frenesí y humor su paso a dos. El próximo mes de septiembre la mostrarán completa en la ciudad de Blois.
Están muy contentas de poder bailar en Beta Pública, y ansiosas de volver a conectar con el público real, ya que en Francia los teatros estaban cerrados desde octubre.
En “Pardon” nos disculpamos con nuestro propio lenguaje de la falta de aceptación de nuestro físico, nuestra mentalidad, de no ser como tú quieres sino como yo realmente soy. Es una búsqueda de nuestra propia identidad, porque queremos romper con los estereotipos. Yo soy un poco grande, ella un poco pequeña, en teoría nuestros tamaños son discordantes porque en danza se requiere la uniformidad. Estamos rompiendo cánones. Ese es nuestro mensaje de libertad que deseamos resuene y se comprenda en todas las culturas porque el lenguaje de la danza es universal”.
Sofía Nappi (Italia) – “Reva”
Cerró el festival una pieza de Sofia Nappi, un solo bailado por Paolo Piancastelli, que efectúa sobre escena una magnífica dualidad de personajes. Sofía pensó qué sucedería si de repente un día te despiertas y has perdido tus más preciadas cualidades personales… En realidad esa forma de despojarse nos conduce a conocer que somos la misma persona, independientemente de las condiciones que se reúnan en cada momento. Es un duelo entre el personaje viejo, que también es el mismo joven que ha sido.
Sofía tiene una destacada carrera internacional desde que se graduara en el Alvin Ailey American Dance Theater, y sus coreografías han obtenido numerosos galardones. Recientemente su último dúo “Dodi” fue seleccionado en la International Choreography Competition Hannover 2021.
MERCEDES ALBI
Fotografías, Alba Muriel