Visitamos la sede del Ballet Nacional de España en los días previos a su estreno, que tendrá lugar el próximo 7 de julio en el Teatro de la Zarzuela. Todo está casi listo. Rubén Olmo, director artístico de la compañía, perfila los últimos detalles del ballet “La Bella Otero”.
Nos encontramos con él a la entrada del recinto y nos invita a ver el ensayo. Rubén es siempre muy cordial, con ese trato tan sencillo que nunca deja traslucir en lo cotidiano el cargo que ostenta. Yo lo comparo con esos protagonistas de los cuentos infantiles de los que todos piensan que solo se trata de un amable leñador, hasta que un día descubren con sorpresa que es en realidad el príncipe más poderoso del reino.
Pero que nadie se llame a engaño, su poder no estriba en el hecho dirigir la mayor compañía de danza española del mundo, no es algo que provenga de lo material, sino de un factor mucho más poderoso que produce la transmutación del personaje: la fuerza del genio.
Vimos “La Bella Otero” y salimos de allí conmocionadas. No podemos ni vamos a desvelar detalles que por el momento permanecen reservados. No importa. Pronto el público los conocerá. Pero me arriesgo poco al afirmar que nos encontramos ante una obra maestra.
La danza, alejada de un mero significado superficial, trata temas tan profundos como el paso del tiempo. Rubén sabe cómo tocar el alma, y lo hace a través de dos protagonistas, las 2 Bellas Otero: la joven, Patricia Guerrero, y la madura, Maribel Gallardo.
Ellas, al finalizar el ensayo, nos cuentan lo que sienten.
P.-Patricia, me podrías contar cómo fue el momento en que Rubén te propuso hacer el papel de Bella Otero.
Patricia- Si te digo la verdad, no me viene a la mente el momento exacto en que me lo propuso, con toda la pandemia y demás, es que ya ni me acuerdo… Pero cuando Rubén fue elegido nuevo Director del Ballet Nacional, sentí una especie de intuición, una sensación por la que estaba segura que de alguna forma contaría conmigo.
Yo sabía que él tenía esta idea de la Bella Otero rondándole por la cabeza, pero nada más.
P.-Ahora que ser Bella Otero ya es una realidad, ¿Qué sientes?
-¡Está siendo un sueño! Para un bailarín, estar en el Ballet Nacional de España es el top, simplemente pisar esta sede ya es un regalo. Imagínate hacerlo de esta forma, con este papel y de la mano de Rubén…
P-¿Es Rubén para ti una persona fundamental en tu vida profesional?
-Mucho. Ha sido mi mentor, mi maestro, es la persona con la que disfruto día a día y quien guía mi desarrollo artístico.
P.-Háblame sobre lo qué significa para ti ser Bella Otero.
-Es un personaje con el que me siento supercómoda. La Bella Otero tuvo una vida tan apasionante y dura al mismo tiempo, que me supone un auténtico jeroglífico emocional poder descifrar tantas emociones en clave de danza.
La satisfacción es tremenda… En cada escena que cerramos, cada momento, cada danza, están siendo para mí todo un descubrimiento. Se que la Bella Otero es un personaje que va a marcar mi carrera.
Me enfrento a la gran responsabilidad de ponerle danza, cuando además, de ella no conservamos ninguna filmación, no sabemos cómo bailaba. Todo un reto.
Maribel Gallardo también está espléndida como la Bella Otero madura, la que mira atrás y abre el espectáculo al tañer de sus castañuelas, ella que es considerada entre otras muchas cosas, la mejor intérprete del instrumento. La felicito porque todo me ha emocionado y me contesta:
Maribel-.Me encanta que me digas que te ha gustado y hayas podido compartir lo que todos estamos sintiendo con este maravilloso ballet.
P.-¿Cómo estás ahora que casi estáis a las puertas del estreno?
-Estoy viviendo uno de los momentos más espléndidos de esta etapa de mi vida artística. Se lo debo en parte a Rubén y en parte, a la Bella Otero, claro.
P.-¿Qué sentiste cuando te ofreció el papel de Madame Otero?
-Cuando me lo propuso no lo dudé ni un segundo, se me saltaron las lágrimas.
Es todo un privilegio compartir escenario con las nuevas generaciones, bailar con Fran Velasco, con Rubén, con Patricia Guerrero que toda ella me fascina, por su energía madurez, increíble talento… con todo el elenco del BNE y todo el equipo humano que han creado esta gran obra ¡Es el mejor regalo que puede recibir una artista!
P.-¿Qué piensas sobre la Bella Otero?
-Era una mujer muy avanzada y luchadora, un personaje lleno de luces y sombras. Estoy segura que el público conocerá lo que significó su vida cuando vean el ballet.
El personaje, no te lo puedo verbalizar, todo lo que hago lo intento hacer desde el corazón, cuando actúo me evado muchísimo es un sentimiento distinto cada vez el que me surge. Rubén me ha dirigido, pero me deja absoluta libertad a la hora de interpretar el personaje.
No estoy supeditada a hacer todos los días lo mismo, y eso para un artista es muy enriquecedor.
P.-Lo que además he visto es que todos los bailarines del elenco tienen su papel y su lugar en la obra. He descubierto nuevas facetas de ellos, como por ejemplo, que Eduardo Martínez canta.
-Es que Rubén es tan generoso, que ha querido que todos disfrutemos con la obra.
P.-El genio siempre es generoso porque nada ni nadie puede hacerle sombra.
-Lo de que es generoso, lo sabemos toda la profesión. Es una persona muy querida. Tiene en cuenta la parte humana del artista. Rubén siempre está pendiente de sus bailarines, de los miembros del equipo técnico, se preocupa por todos. Solemos comentar, entre los bailarines, lo buena persona que es, y eso se proyecta a la hora de bailar, de coreografiar, de dirigir...
Sí, él, en cada espectáculo, quiere que todos tengan su sitio. Me encanta que tú lo hayas visto desde fuera y te hayas dado cuenta de algo que nosotros sentimos.
P.-¿Qué piensas de Rubén como bailarín?
-Es de los pocos que tienen tantos registros, Rubén baila bien todo, contemporáneo, zapatilla, flamenco, estilizada... lo que le eches. Es un bailarín muy versátil. Hoy en día hay muy buenos artistas, pero pocos tan completos como él; si los cuento con los dedos de la mano, me sobran dedos.
P.-Mucha suerte con el estreno, pero estoy segura de que será un gran éxito.
-Así lo espero yo también. En este momento, me siento muy llena y agradecida y con muchísimas ganas de que el público pueda disfrutar de “La Bella Otero”.
MERCEDES ALBI
Fotografías: Eugenia Sartorius
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