“No hay poemas terminados, solamente hay poemas abandonados”
Paul Valéry
11, 12 y 13 de diciembre de 2020
Una investigación sobre la idea que subyace en Giselle: ¿es posible acceder al amor puro en la actualidad?
Sala Verde. Duración: 1h 30min
Creación Canal
Si hay un tema nuclear en Giselle, se relaciona indiscutiblemente en torno al amor/desamor, incluso podemos decir que Giselle es la mayor historia sobre esta temática del ballet romántico.
Con esta revisita a otro de los “clásicos”, Kor’sia continúa con una línea que comenzó con el reencuentro de los ballets de Nijinsky, Jeux y Siesta de un fauno; consolidando la exploración alrededor del academicismo y recurriendo a temáticas que perduran más allá del tiempo, para acercarlas a nuestros días.
En este caso, se intenta investigar en la idea que subyace de manera básica en Giselle: ¿es posible acceder al amor puro en la actualidad?
Podemos decir que incluso desde los núcleos científicos existen diferentes visiones. Por un lado, la medicina ha reconocido el síndrome del corazón roto como una verdadera patología clínica, mientras que opuestamente es innegable que la impronta tecnológica está introduciendo nuevos modos y formas de amar/desamar.
De hecho, la Giselle de 1833 parece formar parte de un entendimiento del mundo, que está desaparecido o a punto de desaparecer, arrastrando con ella la dimensión gobernada por Myrtha en la que viven las Willis, las jóvenes que, como Giselle, murieron por amor. Pero paradójicamente también parece que ese submundo irreal, espectral, metaforiza de manera actual la liquidez de las relaciones humanas en la que nos vemos sumergidos: benching, ghosting, zombing…, surgen como términos que aluden a las nuevas formas de amor/desamor a las que nos enfrentamos hoy.
Los nuevos dispositivos tecnológicos multiplican la velocidad de las relaciones, así como la de posibles y múltiples frustraciones, configurando el fracaso del amor como una temática actual.
Los individuos reaccionamos a esta nueva esfera tecnológica, a este trastorno potencial, con otras herramientas que se apuntalan en la meditación, el yoga, la danza… pidiéndole a nuestro cuerpo nuevos recursos que nos ayuden a sostener aquello que nos instala en esta nueva velocidad espectral/virtual; aunque al igual que Giselle siempre guiados por un único deseo: el de amar y ser amados.
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